Promueven la beatificación del misionero berciano García Viejo
El misionero García Viejo, en una imagen de archivo con niños en África. DL
RAÚL RAMOS | PONFERRADA
Desde la delegación en Las Palmas de Gran Canaria de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios acaba de dar los primeros pasos para lograr la beatificación del misionero berciano García Viejo y su compañero Miguel Pajares, muertos por el Ébola. Los dos sanitarios pertenecían a la Orden de San Juan de Dios, dicha comunidad quiere destacar «que dieron su vida al ayudar a los más necesitados en África» y ven que pueden recibir esta distinción, por su sacrificio y gran dedicación. Los primeros pasos los ha dado uno de los voluntarios del Centro Ciudad San Juan de Dios en Las Palmas, Armando García y natural de Folgoso de la Ribera se ha desplazado hasta la comarca del Bierzo para recopilar toda la información difundida sobre el fraile nacido también en Folgoso y que dedicó 30 años de su vida en ayudar en el continente africano. «La intención nuestra es presentar un informe, basado en la dedicación y esfuerzos de estos dos frailes, al Papa Francisco, de este modo pediremos un audiencia a su santidad en Roma», afirmó Armando García.
Antes de todo, «iremos a la delegación central española de la Orden, ubicada en el hospital San Rafael de Madrid y de esta forma pediremos todo lo relacionado sobre sus vida y labores. En la que esperamos toda la colaboración posible». Aseguran que «tardaremos un año, por lo menos, en buscar la información necesaria».
Sobre la causa de la aparición de esta propuesta, Armando García explicó que «El centro Ciudad San Juan de Dios Las Palmas es como un puente de unión entre la Península Ibérica y los misioneros desplegados por África. Por consiguiente, teníamos más contacto con ellos, y también desde aquí enviábamos los contenedores llenos de comida y medicinas».
En cuanto a otros frailes beatos, Armando García recordó que «también nos basamos en que hay más frailes que son beatos y han tenido una vida ejemplar, pero estos dos misioneros merecen especialmente este homenaje por su sacrificio a la hora de ayudar a enfermos y más necesitados.
Para conseguir la beatificación hay que probar que dichas personas han sido un claro modelo de gran ejemplaridad cristiana y como consecuencia pueden pasar años, pero como recalcó el colaborador de Ciudad San Juan de Dios Las Palmas Armando García, «son dos frailes que murieron por cuidar a los enfermos en África hasta las últimas consecuencias y creo que ante estas circustancias se da tal requisito de ejemplaridad, como es curar a los más necesitados. Por tanto, se merecen esta declaración oficial de beatos».
