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La Junta ultima un informe de la mina La Cazadora tras admitir el peligro en marzo

El técnico que inspeccionó el terreno definió dos zonas conflictivas en las que se repetirá el problema.

Uno de los agujeros surgidos en el terreno tras el hundimiento del mismo. L. DE LA MATA

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León

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maría carro | ponferrada

Fue el 25 de febrero de este mismo año cuando la Junta Vecinal de Santa Cruz del Sil presentó un escrito ante la Sección Comarcal del Bierzo del Servicio Territorial de Industria de la Junta informando de los problemas derivados de la acumulación de agua en la antigua explotación minera La Cazadora. Inundaciones y hundimientos en el terreno que fueron comprobados, in situ, por un técnico de dicho servicio tan sólo seis días después. Visita a la zona tras la cual informó lo siguiente: «Debido a la abundante pluviosidad del mes de febrero de 2016, existen dos áreas donde el agua causó problemas a la localidad de Santa Cruz del Sil y que, de no corregirse, en próximos períodos de lluvias sin duda se repetirán». Por lo tanto, en dicho informe base la Junta reconoce el problema y, por ello, trabaja ya en la elaboración de un informe más amplio en el que determinará las posibles soluciones, qué papel juega como administración y de quién es la competencia o responsabilidad.

Así lo informaron ayer fuentes el Servicio Territorial en León, sin aclarar, no obstante, qué plazos maneja para la conclusión de dicho informe, ya que en este caso el tiempo corre en su contra por la proximidad de la época de mayores lluvias.

Habrá que esperar, por lo tanto, hasta conocer las conclusiones alcanzadas en el estudio en marcha, pero el informe previo elaborado el pasado mes de marzo reconoce ya la existencia de dos zonas conflictivas. Una se localiza en la parte superior del barrio de La Vega y la otra, en la zona sur de Santa Cruz del Sil, donde se ubicaba la bocamina principal y la plaza de la antigua explotación minera propiedad de Antracitas de Matarrosa.

En ambos casos, el técnico actuario da cuenta en su informe —fechado el 9 de marzo— del arrastre de lodo y piedras que afectó a varias viviendas particulares en La Vega, llegando a invadir la carretera CL-631; así como del arrastre de parte del material acumulado en una escombrera ubicada en la zona sur del pueblo hasta alcanzar también la carretera comarcal. Todo ello, apoyado con una serie de fotografías en las que se puede observar la zona de afección de las avenidas.

Por lo tanto, fue ya en la pasada primavera cuando la Junta tuvo constancia explícita del problema sin que desde entonces haya habido ningún movimiento para tratar de solucionarlo, según denuncian los vecinos más afectados que, al igual que la Junta Vecinal, reclaman diligencia en la búsqueda de soluciones en vista de que en cualquier momento pueden producirse nuevas inundaciones o desprendimientos que afecten a las viviendas o que pongan en riesgo la circulación por el vial que une Ponferrada y Villablino.