obras en la galería oriental del cenobio
La refundación de Montes
La adjudicataria de las obras en el Monasterio de San Pedro trabaja en la estructura de madera que permitirá abrir un zagúan, una sala polivalente y habitaciones en las ruinas de la zona Este del conjunto arquitectónico.
La estructura de madera que colocan los obreros de Trycsa en San Pedro de Montes ya es visible junto a los andamios de la galería oriental. DL
CARLOS FIDALGO | PONFERRADA
«Es un lugar parecido al Edén», escribía San Valerio de la ladera donde otro eremita, San Fructuoso, había fundado en el año 635 el Monasterio de San Pedro de Montes. «Vallado por montes gigantescos» —en expresión del santo recogida por Luis Pastrana en la recopilación de sus obras editada en 1987— pero sin llegar ser un lugar lóbrego ni sombrío, sino todo lo contrario, el discípulo de San Fructuoso contaba cómo el trabajo de monjes y artesanos permitió allanar un pequeño espacio en una ladera donde «la rígida pendiente de la montaña» impedía construir nada, hasta edificar «un breve remedo de claustro».
Aquel fue el origen de uno de los monasterios más famosos de la comarca, emblema de la Tebaida Berciana, y catorce siglos después, las obras que la Fundación del Hospital de la Reina ha puesto en marcha para recuperar la galería oriental del cenobio —levantada entre 1745 y 1749— abren una nueva etapa, casi una refundación, para un cenobio que, salvo la iglesia donde todavía oficia misa el párroco de La Encina, permanecía en estado de ruina desde el incendio devoró el conjunto arquitectónico a mediados del siglo XIX, tras la desamortización de Mendizábal y la exclaustración de los religiosos.
A punto de cumplirse dos meses desde el inicio de las obras por parte de la constructora Trycsa —la misma que trabajó en la restauración de los castillos de Ponferrada y de Cornatel— la estructura de madera que debe ir encajonada en los muros de la zona oriental comienza a tomar forma. Se trata de una especie de caja de madera diseñada por Enrique Nuere dentro del proyecto arquitectónico de Eloy Algorri para acondicionar un zaguán en la planta baja, aseos, y una sala polivalente que puedan utilizar los vecinos para actividades. En la planta superior, el proyecto contemplar acondicionar habitación de entre 40 y 60 metros cuadrados y una zona de baños y aseo común, dentro de la tradición monástica. El tejado de pizarra será horizontal para que la iglesia continúe siendo la referencia visual de todo el conjunto arquitectónico.
Todo el proyecto cuenta con un presupuesto de un millón de euros, con fondos del programa del 1,5 por ciento cultural del Ministerio de Fomento, de la Junta de Castilla y León y de la propia Fundación del Hospital de la Reina. La intención, aseguraban este verano los responsables de la entidad, es que las obras estén concluidas en Semana Santa.
El objetivo final no está muy lejos del que animó a los eremitas del siglo VII a levantar el monasterio: contar con «un lugar parecido al Edén y tan apto como él para el recogimiento, la soledad y el recreo de los sentidos», escribía San Valerio.