Las cámaras de un bazar revelan el supuesto falso secuestro de Fabero

C. F. C. | PONFERRADA

Las cámaras de vigilancia en alta definición de un bazar chino de Fabero y las de control del tráfico en la salida de la localidad y en la entrada de Bembibre han resultado claves para que la Policía Judicial de la Guardia Civil de Ponferrada detuviera ayer a la mujer de 34 años que la semana pasada denunció a su expareja por secuestro y vejaciones. V. G.G, que fue grabada mientras compraba la media, la cinta adhesiva, cuchillas y el pegamento usado para simular el secuestro y las vejaciones horas antes de que los hechos, se encontraba ayer a espera de pasar a disposición judicial para responder por un delito de denuncia falsa y simulación de delito, después de ser detenida en los propios juzgados de Ponferrada, donde había acudido para someterse a una prueba del perito forense. Un joven de 26 años de la misma localidad de Fabero y del entorno de la mujer, que también aparece en la grabación del bazar ha sido arrestado igualmente y ha confesado su participación en los hechos.

A la vista del giro que ha dado la investigación del caso, el titular del juzgado número cinco, encargado de las denuncias de violencia de género, ordenó la puesta en libertad de la expareja de V.G.G, que permanecía en prisión provisional sin fianza desde la pasada semana.

«Se ha podido comprobar fehacientemente que se trataba de un delito simulado». Así se expresaba ayer el fiscal jefe de Ponferrada, Jacinto Villalvilla para confirmar la detención de la mujer. Villalvilla tenía ayer claro que estamos ante un delito simulado «ideado por la presunta víctima para perjudicar a quien hasta hace unas horas ha estado en situación de prisión provisional, siendo auxiliada por otra persona». El fiscal confirmó la apertura de un procedimiento judicial «contra quien formuló esta denuncia falsa».

Los detenidos abandonan el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Ponferrada tras declarar, esta mañana.

El Tribunal Superior de Justicia también confirmó en una nota que «el juzgado tiene pruebas de que los elementos utilizados en el secuestro fueron comprados con ella» y «la persona que ayudó a la mujer a simular el secuestro ha confesado que participó en los hechos».

El bazar chino situado junto a la vivienda de la mujer, dotado con sistema de videovigilancia en alta definición, grabó a V. G. G. y a su cooperador, según han confirmado fuentes próximas a la investigación y el propio fiscal jefe, mientras compraban la media y la cinta adhesiva para atar las manos con las que ella habría aparecido en la madrugada del pasado martes en la farmacia del barrio de La Estación de Bembibre; las cuchillas con las que, o bien se habría autolesionado, o bien habría usado su cooperante para lesionarla; y el pegamento con el que acusó a su expareja de extendérselo por la zona genital.

La Guardia Civil comprobó que la versión que ofreció la mujer —dos individuos la habrían secuestrado en Fabero y la habrían llevado a la bodega de Bembibre donde su expareja la habría vejado antes de que sus dos cómplices la abandonaran en una casa vacía de La Estación— tenía «muchos cabos sueltos». Empezando por la ausencia del vehículo negro donde la habría trasladado en las grabaciones de las cámaras de tráfico, y la presencia, por el contrario, del automóvil donde el cooperante y la mujer se habrían desplazado desde Fabero al barrio de La Estación.

Allí habrían simulado la agresión para obtener un parte médico con lesiones reales que sirviera de prueba. Todo ello, pocas horas después de que el juzgado rechazara la petición de la mujer para que volvieran a ingresar en prisión a su expareja —con pulsera telemática como medida cautelar y una orden de alejamiento—, que había salido de la cárcel tres días atrás a la espera de ser juzgado por malos tratos. El mismo juzgado había decretado el ingreso en prisión del vecino de Bembibre el jueves pasado por entender, entonces, que había «indicios racionales bastantes para presumir la participación del detenido», que siempre aseguró que el secuestro era falso.

La mujer que fue detenida ayer, sentada junto a Emilia Esteban, en una imagen de la semana pasada. DL