Diario de León

identidad rural

Una tradición con tanto futuro que hasta tiene lista de espera

Páramo inauguró su décimo Magosto y Mercado Tradicional en una carpa que se queda pequeña y habiendo tenido que decir no a 58 puestos.

José Luis Prada y Ángel Calvo, junto a las hilanderas tras la inauguración del mercado. ANA F. BARREDO

José Luis Prada y Ángel Calvo, junto a las hilanderas tras la inauguración del mercado. ANA F. BARREDO

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m. c. | páramo del sil

El día que el Magosto y Mercado Tradicional de Páramo del Sil estrenaba la distinción de Interés Turístico Provincial no podía faltar José Luis Prada. El empresario fundador de la marca Prada A Tope es un acérrimo defensor de la tradición y la identidad del Bierzo y estos son, precisamente, los pilares que sustentan la fiesta de otoño de este municipio del Alto Sil que, dicho sea de paso, ha cumplido ya la década desde su primera edición.

«Cuando veo ilusión, ganas y trabajo, me dejo llevar. El futuro de nuestra región está en aprovechar todo cuanto vale, todo lo ancestral, nuestra raíz», defendió Prada minutos antes de intervenir ante un multitudinario público que rompió en aplausos en más de una ocasión ante el improvisado y eufórico discurso con el que el empresario abrió la veda de la fiesta. Utilizando el lenguaje llano y directo del que siempre hace gala, Prada se metió a todos en el bolsillo defendiendo lo que para él es imprescindible: el cuidado del Bierzo depende de todos, no sólo de las administraciones. Y puso como ejemplo Páramo del Sil, donde los vecinos arriman el hombro para sacar adelante un mercado artesano que no ha dejado de crecer desde su origen y que se ha convertido en una referencia a nivel provincial.

Más de medio centenar de puestos se quedaron fuera este año. La demanda es altísima pero el espacio reducido para dar cabida a todos y eso que este año se ha ampliado la carpa. Por eso, el Ayuntamiento estudia ya qué alternativas son viables para poder aumentar el aforo de cara a la próxima edición. «La plaza no da para más, o cambiamos la ubicación o cortamos el tráfico», aseguró el alcalde de Páramo del Sil, Ángel Calvo, explicando que, en todo caso, la premisa es evitar sacar el mercado del pueblo. «El otro sitio es el pabellón deportivo, pero está fuera del casco urbano y desvirtuaría la fiesta, ya que el objetivo es llenar el pueblo y que la gente tenga cerca los bares», afirmó Calvo.

27 puestos integran este año el Mercado Tradicional, con vecinos que venden lo que han cultivado a lo largo del año y también con artesanos llegados, principalmente, de Asturias. «Hemos tenido que buscarlos en Ibias, en Sotrondio, en Infiesto... en los lugares más recónditos donde cuanto esta generación se acabe, no hay nadie que recoja el testigo», lamentó el regidor paramés.

No faltaron en el mercado de Páramo ni las hilanderas, ni el maestro en el trabajo de la arcilla, ni el tallador de carbón, ni el cunqueiro, ni el madreñeiro, ni el esculpidor de madera, ni el navajero de Taramundi... «Ahí dentro hay artesanos difíciles de encontrar en otro punto de la geografía nacional», defendió Ángel Calvo. Expertos en oficios tradicionales que compartieron tiempo y espacio con los vecinos del municipio, vendedores improvisados de miel, castañas, pan y repostería, avellanas, cebollas, patatas, nueces, embutidos, artículos de costura y decoración, y jabones y productos de cuidado personal artesanos.

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