Mestre y Carballo tiran del hilo poético de Pereira

CARLOS FIDALGO | PONFERRADA

De entre todas las definiciones de poesía que existen y de las que ayer habló el poeta villafranquino Juan Carlos Mestre durante el primero de los Encuentros Antonio Pereira celebrado en Ponferrada hay una de Lezama Lima que dice que escribir versos es algo así «como comer un cangrejo hasta exhalarlo por los dedos para tocar un piano». Y del hilo de Lezama Lima, de los hilos del propio Antonio Pereira, que antes que narrador se sentía poeta y compiló sus versos en un volumen titulado Meteoros , tiraron ayer Mestre, Premio Nacional en 2009, y el joven poeta cacabelense Pablo López Carballo durante la charla que mantuvieron con alumnos del instituto Álvaro de Mendaña por la mañana y con el público en general por la tarde en el Museo de la Radio, dentro de la jornada organizada por la Fundación Pedro Álvarez Osorio y la misma Fundación Antonio Pereira que inauguró el nuevo formato de encuentro literario.

Tirar del hilo , además, es el título de uno de los poemas de Pablo López Carballo, protagonista de la primera sesión de los Encuentros Antonio Pereira, incluidos en el cuaderno Cómo mirar un paisaje , que editan las dos fundaciones. El título explicó López Carballo asocia los elementos de un poema con los de una vista panorámica. Y de la misma forma que los ojos se acostumbran a ver cosas, también pueden habituarse a leer metáforas, o disfrutar del ritmo de una frase. «Aprender a leer un poema es como ir mirando un paisaje, sí», explicaba Carballo, doctor en Literatura Española por la Universidad de Salamanca que ayer mismo, justo al término de la charla con los alumnos del Álvaro de Mendaña, recibía la noticia de que su tesis sobre el poeta uruguayo Eduardo Milán ha sido reconocida con el Premio Extraordinario del Doctorado.

Cada encuentro literario auspiciado por las dos fundaciones tendrá su correspondiente cuaderno, en una colección que coordinará la poeta berciana Ester Folgueral. El de ayer contó además con la presencia de la viuda de Pereira, Úrsula Rodríguez. Todos coincidieron que la cultura sigue siendo algo sospechoso para el poder. Y fue Mestre el que puso la guinda con su propia definición de poesía; «es un acto de resistencia frente a la sociedad de consumo que nos dice que todo aquello que no se dobla al mercado no tiene razón de existir», les dijo a los escolares.