Luis del Olmo: «Sólo espero saber en qué se gastó 14 millones ¿En póker y mujeres?»
El periodista siguió desde el Bierzo la segunda jornada del juicio contra su gestor.
M. Félix | Ponferrada
Luis del Olmo estuvo ayer en el Bierzo después de asistir el lunes al primero de los tres días que durará en Barcelona el juicio contra el que fuera su gestor económico y persona de máxima confianza, y que ahora está sentado en el banquillo de la Justicia por desfalcar 14 millones de euros al periodista berciano. En la vista judicial de ayer (termina hoy el juicio) estaba previsto que acudieran a declarar la familia del único encausado, Rogelio R., los hijos y su esposa. De camino al Bierzo en el AVE, Luis del Olmo manifestaba a este periódico que no espera recuperar el dinero, pero sí que le gustaría conocer en qué lo gastó esta persona que tanto le ha decepcionado, que le abrió las puertas y le entregó las llaves de su casa y al que trataba como a un hermano. «Era más que un amigo; estoy muy decepcionado; se emborrachó de dinero ganado por mí, y aprovechando nuestra amistad se lo llevó», decía Luis del Olmo. No tres millones como dijo, sino catorce.
«De todo esto no espero absolutamente nada; no tengo ninguna esperanza de recuperar ni un solo euro; se lo ha fundido y me gustaría saber en qué ¿Lo ha jugado al póker, se ha ido con mujeres malas? No tengo ni idea en qué ha gastado tanto dinero», manifestaba el veterano periodista.
Del Olmo no se cree lo que califica como «milonga» del encausado, al decir que utilizó el dinero para tapar agujeros de Don Balón. «Yo creo que lo consumió organizando aquellos festejos que hacía en el Hotel Rey Juan Carlos, de 1.500 personas, precisamente en las fiestas de Navidad, invitando a todo el mundo del deporte, o en aquellas entregas del Balón de Oro, que entregó a Messi; en una locura de personajes famosos y menos famosos», abunda, al tiempo que dice que a Rogelio le apetecía estar en primera fila y «le gustaba aparentar». Y, según Del Olmo, no solo fracasó en la gestión de llevarle las cuentas, sino también como responsable de la edición de Don Balón.
«Me di cuenta que además de un canalla era un tramposo», remarca el periodista, dado que le engañó cuando le comentaba que había ingresos de la publicación procedentes de las ventas en México o Brasil. «Menos mal que no le di la llave para que dirigiera también la economía que tengo relacionada con unos pisos, que lleva mi hijo; si me lo hubiera llevado él, en este momento tendría que llamar al Diario de León para que me diera de comer», comenta Del Olmo.