Un retraso por el dictamen del Tribunal de Cuentas
En enero del pasado 2016 Fomento sacaba a licitación el diseño del tramo de la A-76 en la zona de La Lastra por tres millones de euros. Pero, con posterioridad, avanzado el año, hubo una resolución del Tribunal de Cuentas instando al Ministerio de Fomento básicamente que adjudicase a los proyectos más baratos, o al menos primando en puntos a las ofertas más bajas.
De esta forma, la licitación del proyecto técnico de Requejo a la Vega de Cascallana fue uno de los numerosos proyectos que estaban en marcha por otros puntos de España y que también retornaron a su punto de partida, al momento de la licitación.
Esto motivo que, lo que en principio tenía que estar resuelto en la pasada primavera, finalmente se dilatase unos siete u ocho meses. «¿Qué es lo que explica que no esté resuelto desde la primavera hasta ahora?, pues que hubo una resolución del Tribunal de Cuentas, en relación con el tramo de otra carretera, que no tiene nada que ver con la de Requejo a la Vega de Cascallana, que le decía al Ministerio de Fomento que, en lugar de atender a muchos criterios diferentes para la adjudicación de la redacción de los proyectos, atendiese preferentemente y se diese más puntos a la oferta más barata; lo cual lo convertía casi en una subasta, a efectos prácticos», explicaba el diputado popular Eduardo Fernández. Fomento cogió todos los procedimientos y los baremó de nuevo y los licitó.