EDUCACIÓN
Los expedientes educativos no llegan a dos de media al año en el Bierzo
Los asuntos disciplinarios sólo se dan en casos extremos si fallan las medidas de mediación.
M. Félix | Ponferrada
Aunque en ocasiones llamen la atención y puedan crear alarma los casos de indisciplica educativa, lo cierto es que en el Bierzo apenas se abren expedientes disciplinarios a los alumnos de los institutos. Hace una década, en la comarca se abría una media de dos expedientes disciplinarios, centrados principalmente en la falta de respeto grave al profesor y destrozos en el centro escolar, como casos dados. En la actualidad estos expedientes no llegan ni a dos año. Uno como mucho, e incluso se han dado anualidades que ni eso.
La normativa ha cambiado desde el 2014. Para abrir hoy un expediente disciplinario poco menos que hay que justificar que es «inevitable», dado que por medio entran en acción otras medidas correctoras. Son más medidas de mediación que de apertura de expediente, que en este último caso es preciso demostrar la falta grave o muy grave. Las faltas que se califiquen por la Inspección de Educación como «leves» no llevan parejo procedimiento disciplinario.
Según los datos que ha podido recabar este periódico de la zona del Bierzo, la conflictividad escolar no es alarmante y se puede concluir que está muy controlada y el número de expedientes disciplinarios, que es un indicativo de esa conflictividad, se abren solo en casos extremos y apenas existen.
La última medida de un procedimiento administrativo sancionador de Educación sería la expulsión del alumno del centro. El expediente disciplinario, como el que existe también aplicable al funcionariado en general, es un procedimiento en el que se trata de demostrar, si acaso, la culpabilidad de haber cometido alguna falta grave o muy grave. En este caso, cuando existe por ejemplo una agresión, la normativa dice que debe ser instruido un expediente disciplinario. Y ello para garantizar la presunción de inocencia del señalado, la objetividad de as pruebas y si ha sido así, se le impondrá la sanción correspondiente, con todas las garantías del procedimiento legal, con la defensa, la acusación y un juez instructor. Una falta grave puede llegar a la expulsión, pero lo habitual es que se quede en unos pocos días si no es cambio de centro. Lo que los técnicos llaman «modificación de horarios».