Merayo pide apoyo para autorizar un Lidl en la avenida de Asturias
M. C. C. | Ponferrada
El gobierno minoritario del PP en el Ayuntamiento de Ponferrada buscará un acuerdo con todos los grupos políticos para permitir la instalación de otro supermercado de la empresa Lidl en la avenida de Asturias, frente a las pistas de atletismo, en un solar destinado, inicialmente, a la construcción de un hotel. Para ello, es necesario acometer una modificación del Plan General de Ordenación Urbana y recalificar ese suelo y ahí, la alcaldesa, Gloria Fernández Merayo, espera lograr el apoyo de los partidos de la oposición. «Hoy por hoy creo que todos los grupos son conscientes de que hay que arrimar el hombro y este proyecto nos obliga a una pequeña modificación que permitirá crear cincuenta puestos de trabajo y nosotros no renunciamos a esto», explicó Merayo, en declaraciones a Onda Bierzo. Además, la regidora adelantó que existen otros proyectos sobre la mesa de este tipo que también necesitaría una modificación del plan general de urbanismo.
Además, la alcaldesa de Ponferrada desveló que negocia, con la Junta de Castilla y León, un plan piloto para intentar revitalizar el área comercial del centro de la ciudad. La propuesta ya ha sido recibida con notable agrado en la Consejería de Economía y Hacienda, que deberá aportar ayudas económicas. Al menos, eso espera Gloria Fernández Merayo, que explicó que el preámbulo de este plan piloto serán, a partir de este mes de febrero, las primeras acciones de la Red de Agentes de Comercio Interior de Castilla y León. Especialistas de la Junta impartirán cursillos para renovar la formación de los comerciantes. Ese programa incluye diversas cuestiones, desde la contabilidad básica, hasta la venta por Internet, o la decoración de escaparates.
La alcaldesa de Ponferrada también negocia y confía en conseguir de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta otra línea de ayudas destinada a la rehabilitación de viviendas. Son partidas que podrían ayudar a generar nuevo empleo en el sector de la construcción, con la aplicación de más colectivos como las constructoras, las inmobiliarias o los administradores de fincas. «Sería una línea de subvenciones para rehabilitar viviendas para ahorrar en calefacción, instalar un ascensor, para ahorro energético. La idea es hacer la vida más cómoda para la gente mayor y, además, supondría un revulsivo para las empresas constructoras del municipio, con creación de empleo», apostilló Merayo.