La basura pone contra las cuerdas a Merayo: huelga a partir del 3 de abril
La incertidumbre en torno al contrato impide a la empresa abordar el convenio colectivo
Las imágenes de la basura sin recoger en Ponferrada amenazan con repetirse a partir del 3 de abril. L. D. M.
dl | ponferrada
La basura dejará de recogerse en Ponferrada, donde también se dejarán de limpiar sus calles a partir del próximo día 3 de abril. Así lo anunciaron ayer desde el comité de empresa de este servicio tras fracasar el intento de mediación del Serla convocado para desbloquear la negociación del convenio colectivo que afecta a 80 trabajadores en el municipio capitalino de la comarca.
Un paso adelante dado por los trabajadores de este servicio que parecía inevitable tras la decisión adoptada por el Ayuntamiento que preside la popular Gloria Fernández Merayo de anular la contratación efectuada en su día a favor de FCC.
Desde la empresa, ya se había advertido de que la decisión llevada al pleno por Merayo les ataba las manos de cara a la negociación de este convenio, en tanto en cuanto cualquier acuerdo que se alcanzase podría ser tumbado con posterioridad por el propio ayuntamiento o por la empresa adjudicataria que salga del proceso licitador que se ha reiniciado. «En la reunión de hoy nos han planteado que no podían abordar ningún punto que tuviera que ver con temas económicos, pero todos los temas tienen que ver con eso», explicó el presidente del comité de empresa, Marco Varela, quien explica que los argumentos dados por la empresa para no abordar estos asuntos los han justificado «en la situación de incertidumbre que dicen que hay ahora en torno al contrato».
Así las cosas, el callejón en el que se encuentra el conflicto del contrato de la basura parece no tener otra salida que la huelga convocada con carácter indefinido a partir del próximo 3 de abril. Y es que los cálculos que había efectuado la propia alcaldesa para resolver el conflicto de forma inmediata distan mucho de convertirse en realidad. Y más tras los reparos que estarían poniendo parte de los técnicos de la mesa de contratación a la propuesta manifestada por la propia, Gloria Fernández Merayo, con lo que el interlocutor definitivo que busca la parte social dista mucho de poder materializarse antes de esa fecha del 3 de abril en que las basuras de todos los ponferradinos quedarán sin recogerse.
Por las fechas en las que se desarrollaría esta huelga , la misma podría llegar a afectar, más allá de los propios habitantes del municipio de Ponferrada, a los establecimentos ligados al sector turístico, no en vano a finales de la semana del día tres de abril arrancan los actos de la Semana Santa.
Una situación que se ha visto agravada con esa decisión plenaria del pasado 17 de febrero, y sobre cuya gravedad, ya alertó el propio portavoz de CB en Ponferrada días más tarde. Muñoz aseguró entender el «cabreo» de los trabajadores. a los que aseguró entender pues «si hubiera oído lo que se oyó en el pleno, hubiera salido de allí espantado», llegó a decir sobre lo que se pudo escuchar en la sesión que decidió anular la adjudicación.
Hay que recordar que esta es la segunda convocatoria de huelga que sufrirán los ponferradinos desde que Gloria Fernández Merayo ocupa el puesto de alcaldesa desde hace menos de dos años. En aquella ocasión, también en el mes de abril, pero de 2016, en la resolución del conflicto se había implicado el Ayuntamiento de Ponferrada porque el origen del mismo incluía una reducción de la plantilla de trabajadores. Para conseguir la desconvocatoria de la protesta el Ayuntamiento se había comprometido a compensar el mantenimiento de los puestos de trabajo de los trabajadores más próximos a la edad de jubilación. Sin embargo, este compromiso adquirido y desvelado por la primera edil ponferradina en primera persona nunca llegó a materializarse. En su día, la propia alcaldesa anunció que se sentía liberada del compromiso porque el fallo dejaba en el aire la adjudicación y, por lo tanto, el ERE planteado por la empresa. Liberada del compromiso, lo que no advirtió Merayo es que también se limitaba el poder negociador de la empresa al tratase de una concesión que, como ella misma sí defendió, quedaba anulada por el TSJ.
Con este panorama, hoy debería celebrarse una nueva reunión de la mesa de contratación, sin bien, una de sus componentes, la edil de Hacienda de Ponferrada, Amparo Vidal, desvelaba ayer —al cierre de esta edición— que todavía no había sido convocada.
