El Civi constata la huella genética que hace único al vino berciano
La firma Biome Markers aísla el ADN de las muestras del suelo.
m. c. canedo | camponaraya
Los viñedos del Bierzo tienen una huella genética única que da a los vinos de la comarca un carácter diferente que hace que los caldos con sello de calidad sean «cada vez más apreciados y codiciados» No obstante, aún queda mucho por investigar y es necesario seguir aplicando las nuevas tecnologías para sacar a la luz todo el potencial de nuestro terroir. Así quedó de manifiesto ayer,en Camponaraya en una jornada sobre geotecnologías aplicadas a la viticultura y la enología organizada por el Ayuntamiento de Camponaraya y la Universidad de León, en el marco del convenio de colaboración que, recientemente, firmaron ambas instituciones que se celebró en el Centro de Interpretación de la Vid y el Vino, el Civi.
Entre los ponentes invitados, el director científico de la empresa norteamericana Biome Markers, el leonés, Alberto Acedo, dio a conocer nuevas herramientas que permiten analizar la tierra. Se trata de recoger muestras del suelo para aislar su ADN y así conocer todos sus microorganismos. Sirve para predecir futuros riesgos de enfermedad y para conocer los marcadores que definen los viñedos. Biome Markers que trabaja en 18 países productores de vino ha iniciado ahora colaboraciones con 80 bodegas de España, tres de ellas en el Bierzo.
Vinos genuinos
Según explicó Alberto Acedo los primeros resultados obtenidos en la comarca son más que positivos. «Hemos detectado una huella genética única en el Bierzo conectada con el carácter genuino de sus vinos. Encontramos muchas especies que dan componentes químicos que son diferenciales», destacó.
La jornada también permitió conocer las investigaciones del grupo Geoinca del Campus del Bierzo, con la ayuda de drones. Ahí, el vicerrector, José Ramón Rodríguez, que también es uno de los investigadores que integra el grupo de Geomática aplicada a la viticultura, detalló que se están llevando a cabo análisis cartográficos de los viñedos y se recogen imágenes que permiten conocer el estado de las cepas, para predecir la cantidad o calidad de la uva o identificar brotes de enfermedades.
El Campus también delimita viñedos e informa a los viticultores a través de sus teléfonos móviles.