La falta de espacio retrasa la terapia de 38 personas en Alzhéimer Bierzo

maría carro | ponferrada

La Asociación de Familiares y Enfermos de Alzhéimer del Bierzo inauguró ayer una unidad de convivencia en su centro terapéutico de Flores del Sil. Un espacio concebido para que los usuarios del mismo se sientan como en casa que completa los servicios de un centro que se ha quedado pequeño para atender la demanda actual, no sólo de personas mayores diagnosticadas de demencia, sino también, y cada vez más, de usuarios con una media de edad que ronda los 55 años. Actualmente, el centro de Alzhéimer Bierzo atiende a 65 usuarios y hay 38 en lista de espera que necesitan iniciar la terapia para contrarrestar los síntomas de la enfermedad pero se ven impedidos por la falta de espacio en las instalaciones. «Las administraciones deberían tenerlo en cuenta porque estamos hablando de una enfermedad endémica», afirmó la directora del centro, Ana Pilar Rodríguez.

De hecho, la nueva unidad de convivencia que ha sido dotada con una cocina y salón no quedará restringida al uso exclusivo del proyecto ‘En mi casa’, sino que una parte se reservará también para la realización de acciones de la terapia diaria del centro con 36 trabajadores y con unas condiciones de construcción que permiten su ampliación en el mismo lugar sin necesidad de trasladar la actividad a otros espacios externos.

Junto a las limitaciones de espacio actuales que no permiten incrementar el número de usuarios, el proyecto ‘Quédate’ centrado en el medio rural y la atención a personas relativamente jóvenes son los caballos de batalla de Alzhéimer Bierzo en la actualidad. Precisamente, en relación a esto último, la asociación ha puesto en marcha un nuevo servicio de habilitación psicosocial dirigido al tratamiento de personas que rondan los 50 años. Un sector poblacional que crece paulatinamente entre los enfermos de alzhéimer u otras demencias y que requiere una atención adaptada a sus condiciones. En los dos últimos años, Alzhéimer Bierzo ha incluido en sus terapias a una quincena de personas con dicha edad, según explicó al trabajadora social Elena Alfonso.

El aumento de enfermos con una media de 55 años está directamente relacionado con la mejora de los diagnósticos, que son cada vez más eficaces. Personas a las que antes se les achacaba una depresión, ahora son diagnosticadas de demencia y pueden recibir la terapia adecuada para ello. Hasta ahora, Alzhéimer Bierzo trabajaba con ellos dos veces por semana, pero el incremento ha obligado a la asociación a tomar la determinación de, a partir del mes de abril, realizar terapia cuatro días a la semana.

«Estamos hablando de personas que son autónomas pero ya que tienen una demencia y que llegan aquí desde diferentes puntos de la comarca», apuntó Elena Alfonso, explicando que los primeros síntomas que pueden notar los familiares son cambios bruscos en el comportamiento o cambios de humor. Pero el principal problema es el número de personas que sufren demencia y lo desconocen. Un problema al que Alzhéimer Bierzo se aproxima gracias a sus intervenciones en el medio rural.

Actualmente, la asociación tiene presencia en once municipios y su objetivo es seguir ampliando ese mapa para llegar al mayor número de usuarios posible. Y es que aunque son 65 las personas con las que trabaja en el centro terapéutico de Flores del Sil, atiende a otros 200 usuarios de forma directa y abarca hasta 800 personas más en los pueblos a través de ‘Quédate’.

Un proyecto, este último, con el que Alzhéimer Bierzo pretende colaborar con la Confederación Española de Alzhéimer en la elaboración de un censo de personas con demencia. Algo que todavía no existe y que confían en que esté en 2018.