El convenio leonés de la pizarra condiciona la negociación en Galicia

M. F. | Ponferrada

El convenio vigente del sector de la pizarra para los aproximadamente 1.200 trabajadores que operan en Castilla y León (prácticamente el 95% lo hacen en canteras del Bierzo y Cabrera) está condicionando la negociación que ahora mismo están desarrollando los sindicatos y los empresarios para los 2.300 operarios de la zona gallega de Valdeorras y Quiroga (Lugo). Y eso porque un trabajador del Bierzo está acogido a un convenio firmado en julio del pasado, en el que el incremento salarial quedó fijado en el 0,25% para los dos primeros años de vigencia y el 0,50% para el 2018, ejercicio en el que vencerá la vigencia del acuerdo laboral.

En Galicia, el sindicato UGT ponía encima de la mesa la semana pasada una propuesta de incremento salarial de entre el 1,5 y el 1,8%. Los empresarios, por lo pronto, no se han pronunciado, pero ya han dicho que es un porcentaje poco menos que inasumible dadas las circunstancias y teniendo precisamente también en cuenta lo que había firmado sus homólogos para la comunidad de Castilla y León.

En Galicia, en la zona de Valdeorras, la negociación del convenio arrancó con zozobra, dado que fueron necesarias al menos dos reuniones previas fallidas para ponerse de acuerdo en la representación de la mesa de negociación. La disputa estaba en la representación de delegados del sindicato CC OO y la CIG. La UGT es el sindicato mayoritario y finalmente, tras ampliar a siete el número de miembros de cada una de las partes de la negociación (siete empresarios y siete sindicalistas) la negociación comenzó sin mayores sobresaltos. Además de poner encima de la mesa el incremento salarial por encima del 1,5%, medida que afecta a numerosos trabajadores del Bierzo que se desplazan a diario a trabajar a las canteras y naves la zona de Valdeorras, también se abordó la acumulación en 20 ó 21 días del tiempo de lactancia.