«No estamos en condiciones de prescindir del papel», dice Cantón

«La idea de modernizar es buena, pero se ha hecho de forma precipitada y sin suficientes medios». Así valoraba ayer la jueza decana de Ponferrada la implantación en el último año de la llamada Justicia digital, que debería eliminar el uso del papel en los juzgados. Silvia Martínez Cantón, sin embargo, recalcó que en el Palacio de Justicia de Ponferrada todavía «no estamos en condiciones de prescindir del papel».

Caídas en el programa de gestión procesal Minerva que hacen perder horas de trabajo a los funcionarios y les llevan a ampliar su jornada para recuperarlas, la falta de un periodo de prueba para incorporar los nuevos sistemas —la firma electrónica, el visor de expedientes y el expediente digital además del Minerva y en el caso de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado el programa Lexnet para remitir atestados— y la ausencia de un formador local desde octubre están complicando la adaptación y demorando los procedimientos. «A esto debe añadirse que las aplicaciones con las que se operan no se encuentran plenamente desarrolladas, adoleciendo de numerosas deficiencias», como sucede con el ancho de banda para la firma digital, insuficiente, lo que sobrecarga el sistema y genera errores, o las «incompatibilidades de Lexnet que «impiden realizar algunas diligencias» como «cuando el juez de instrucción ordena a la Policía Judicial practicar diligencias de prevención, como un informe forense, y los forenses no pueden realizarlo hasta que la causa no se encuentre judicializada, ya que el sistema de gestión Orfila exige un número de procedimiento».