Homenaje a un ilustre
Los dos embajadores del Bierzo unidos por un pergamino
La Cofradía del Real Botillo rindió tributo a Luis del Olmo en un acto multitudinario que elogió la labor que el locutor ha hecho siempre por su tierra
m. carro | ponferrada
«Nadie es profeta en su tierra», dice el refranero bíblico, pero esto no se cumple con Luis del Olmo. El locutor radiofónico, que hace gala de sangre y bandera berciana allá a donde va, volvió a recibir ayer el cariño de los de su tierra, esta vez representados en la Cofradía Gastronómica del Real Botillo del Bierzo, de la que él mismo es presidente de honor. El acto, celebrado en la Casa del Botillo de Ponferrada, sirvió para agradecer a Del Olmo la labor de promoción que siempre ha hecho de la tierra que lo vio nacer, del botillo que nació en su tierra y de la propia cofradía fuera de las fronteras comarcales.
Para Luis del Olmo, el embutido rey de la gastronomía berciana es el «manjar de los manjares» y si suyo es, por méritos propios, el título de embajador del Bierzo, más embajador es —dice él— el botillo, porque «sabe mejor y viaja más». «Hoy puedes encontrarlo no sólo en cualquier cocina española, sino en cualquier rincón de Alemania, Francia y el mundo entero», alardeó.
Agradecido y emocionado se manifestó Del Olmo en el homenaje celebrado anoche pese a que —aseguró— ya no tiene edad para aguantar de igual talante las emociones. «Los compañeros que han hecho posible que el botillo se internacionalice y sea uno de los platos exquisitos de la cocina española han merecido siempre mi apoyo y afecto. Ahora me devuelven ese afecto y para mí es una página más de emoción que no se cómo aguantar, porque ya tengo muchos años».
Aseguró el locutor de locutores que el homenaje que ayer fue suyo debiera haber sido para los inventores del botillo, pero no piensa lo mismo el presidente de la Cofradía, José Luis Ramón, y así lo manifestó antes de pasar a la acción y entregar a Luis del Olmo un pergamino acreditativo del honor. «Él es nuestro cofrade de honor y si hay alguien que, en este mundo, ha hecho algo por que el botillo se pueda degustar fuera de las fronteras del Bierzo, si hay alguien que ha promocionado nuestra comarca allí donde ha ido, ese es él. No encontramos ningún motivo para no hacerle un homenaje, todo lo contrario, los tenemos todos», dijo Ramón.
Al acto, en el que participó más de un centenar de personas, asistieron también los presidentes de los consejos reguladores de los sellos de calidad que atesora el Bierzo. Ellos representan el campo berciano y de él tampoco se quiso olvidar el homenajeado ahora que las heladas han hecho grandes estragos y la tragedia se ha cebado con los frutos que hacen de la berciana una tierra privilegiada.
Así pues, Del Olmo volvió a ser profeta en su tierra y a defender sus virtudes en el discurso de agradecimiento que precedió a la cena en la que los comensales disfrutaron, por supuesto, del plato estrella de la gastronomía de aquí.
«Por hacerlo (defender el Bierzo) con micrófono y sin él, antes y ahora, aquí y en todas partes». De ahí —reiteró la Cofradía del Real Botillo— el acto que se celebró anoche.