La Mesa del Castaño constata la afección de tinta en Las Médulas
Recomienda actuar en la escorrentía para evitar la multiplicación del foco localizado.
j. c. f. | Ponferrada
Integrantes de la Mesa del Castaño se desplazaron ayer a Las Médulas para constatar la aparición de un brote de tinta en los castaños que junto a los pinachos rojos conforman el paraje berciano Patrimonio de la Humanidad. «A simple vista, y a la espera de que lo confirmen los análisis, parece que es tinta. El foco por el momento no es muy grande, está muy localizado, y habrá que aguardar a ver cómo evoluciona», señalaba ayer el portavoz de la Mesa del Castaño, Pablo Linares.
Localizado en un soto de castaño bravo, su aparición en ese punto descarta que el hongo fuera introducido por algún productor, apuntando directamente a que, tras años de letargo, algún condicionante climatológico, unido a las condiciones de humedad de la zona, hubieran propiciado su activación. «Éste es un hongo que puede estar muchos años latente y luego surgir. ¿Por qué ahora? Porque se dieron las condiciones, y además con las heladas pudo encontrar el árbol más débil y le ha afectado de una manera más fuerte».
En cuanto a las recomendaciones realizadas desde la Mesa del Castaño para frenar su expansión —es prácticamente imposible recuperar un ejemplar que es contagiado por la tinta del castaño, por lo que el que sufre la enfermedad suele terminar secándose—, Linares y Rubio apuestan por actuar en la vía de propagación: el agua de la escorrentía y la que surge del manantial de la Fuente de la Tía Viviana. Para ello recomiendan dirigir las aguas hacia un punto en el que se puedan controlar la trasmisión del hongo a través de esporas. «Al tratarse de una zona de castaño bravo ahí no hay peligro a que se pueda extender por la realización de practicas de arado o gradado de la tierra. Si llegara a los castaños en producción no se deberían realizar este tipo de trabajos y limitarse a hacer desbroces», señala Linares.
Por lo que respecta a la afección de los turistas como agentes transmisores —al portar en las suelas de sus zapatos esporas—, desde la Mesa se minimizan las posibles consecuencias del paso de visitantes por las sendas. «Es una zona que no es muy accesible, sólo en un par de puntos del paseo hacia la Cuevona hay unas canalizaciones de agua que habría que corregir para que las esporas que pudiera haber dejado allí el agua no las portasen los visitantes en su calzado», señalan.
A la espera de la evolución de la enfermedad de la tinta del castaño en los próximos meses y a las medidas que decida emprender la Junta de Castilla y León para frenar el avance de este hongo, desde la Junta Vecinal de Médulas se solicitará en el próximo otoño la tala de los ejemplares afectados. «Más que para acabar con la enfermedad, pues este problema está en la raíz, es para sanear la zona», apunta el pedáneo de Médulas, Pedro Diéguez.