La sequía suspende la Fiesta del Agua de Molinaseca por primera vez en 60 años
El Ayuntamiento se ha visto obligado a cancelarla debido al escaso caudal del río Meruelo.
a. g. | ponferrada
La sequía ha podido este año con una de las fiestas más esperadas por todos los jóvenes del Bierzo. Por primera vez en los últimos 60 años —desde que el actual alcalde, Alfonso Arias, y su familia tienen memoria— el bajo caudal del río Meruelo obligará a suspender pasado mañana jueves la Fiesta del Agua de Molinaseca. Este año no habrá jóvenes, y no tan jóvenes, empapados a calderazos.
«Que yo tenga conocimiento es la primera vez en todo este tiempo que se suspende», aclaró ayer Arias. La fiesta comenzaba cada 17 de agosto a las 8.00 horas de la mañana con la suelta de agua en la calle Real de la localidad. Decenas de jóvenes se armaban con calderos y cubos a primera hora para inundar las calles de Molinaseca. Con esta celebración se ponía punto final a las fiestas en honor a la Virgen de las Angustias y San Roque.
Sin embargo, la evidente sequía que atraviesa la comarca del Bierzo afecta el río Meruelo y ha obligado al Ayuntamiento de Molinaseca a cancelar su tradicional Fiesta del Agua.
«Es la primera vez que se suspende la Fiesta del Agua y esto nos hace tener una idea de la sequía existente en la comarca», señaló el regidor, quién aseguró además que «la celebración no se puede realizar por que la única forma que tenemos de introducir el agua en la calle Real es a través de la presa de riego y no tiene agua».
El resto de actividades programadas se mantendrán según lo previsto, incluyendo la fiesta del «caldero solidario» que se realiza para los más pequeños a las 18.00 horas de la tarde del día 17 con cañones de espuma y mangueras para que los niños se diviertan.
La sequía no sólo ha vencido a una tradición consolidada. La situación se veía venir, porque a lo largo de este verano la playa fluvial de la localidad ha mantenido el nivel del agua embalsada por debajo del habitual. El Ayuntamiento tuvo que retirar una de las compuertas del muro de embalse al principio del verano para que aumentase la calidad del agua debido a que el caudal que entraba era tan escaso que no llegaba para depurar el agua. Esto provocaba que el agua embalsada en la zona de baño se redujese considerablemente.
La situación es cada vez peor, la sequía aumenta y el caudal del río disminuye. Por lo que, según señala Arias, «si la situación no mejora tendrá que «retirar todas las compuertas después de las fiestas».