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La primera bodega de Puente abrirá sus puertas en septiembre de 2018

El enólogo Nacho Álvarez avanza en el diseño de un edificio que fusionará pizarra y paisaje.

En joven enólogo Nacho Álvarez, en las viñas que ha adquirido en San Pedro de Trones. L. DE LA MATA

Publicado por
León

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a. g. | ponferrada

Una bodega de godello y mencía en el municipio de Puente de Domingo Flórez, una zona en la que apenas hay tradición vinícola. Es la meta que se ha propuesto conseguir el viticultor Nacho Álvarez Losada, a quien el prestigioso crítico estadounidense Robert Parker designó como enólogo español revelación de 2016. Este sueño será, finalmente, una realidad en septiembre de 2018, según adelantó su promotor, que asegura haber elegido este inusual emplazamiento por razones sentimientales. «Es mi pueblo y la zona donde crecí y al final a uno le tira la tierra».

Como ya adelantó este periódico la pasada primavera, la inversión para hacer realidad este proyecto será, inicialmente, de 450.000 euros y aunque, hasta el momento, no ha fijado la ubicación definitiva, tiene claro que será en Puente. La idea es producir en torno a 20.000 botellas anuales, la mitad de mencía y la otra mitad de vino blanco godello. Las uvas las cogerá del valle de la Cabrera, de San Pedro de Trones y del mismo Puente de Domingo Flórez.

«La idea es hacer algo diferente y hacerlo de algo que nadie nunca ha hecho. Yo he visto parcelas de mi familia toda la vida y los vinos son de calidad. Por eso quiero aprovechar esto con los medios que sean necesarios para conseguirlo», explicó Nacho Álvarez que, actualmente, es director de producción del Grupo Ordóñez, con seis bodegas en la zona. No obstante, la nueva bodega será una empresa independiente y, aunque no ha decidido la ubicación, si baraja ya varias opciones y el proyecto está en fase de diseño. para ello ha contratado a un estudio de arquitectura que será el encargado de diseñar el edificio. Desde luego, no faltará la pizarra —el principal sustento económico de la zona— en las paredes y un techo cubierto de hierba para —explica— mimetizar el inmueble con el paisaje de la zona.

A la par que avanza el diseño de la bodega, también lo hacen los trámites administrativos necesarios para ponerla en marcha, incluida la licencia municipal que necesita para levantar un edificio de 300 metros cuadrados. Un proyecto que permite a la zona mirar hacia otros horizontes económico y que parece estar cerca de ser una realidad. Al menos a ello está dedicando este jóven enólogo todos los esfuerzos y la ilusión. «He llegado hasta aquí trabajando y poniéndole mucho cariño a todo lo que hago, por que con la ilusión consigues alcanzar a tus metas y mi meta, ahora mismo, es abrir una bodega en Puente de Domingo Flórez, en mi tierra, y poder vivir de ello».