El autobús turístico, «la gota que colmó el vaso»
«Nadie va a venir a Borrenes a tomarse un café si tiene que dejar el coche y pagar cinco euros para coger un autobús», decía ayer el alcalde de Borrenes (en la foto, el pasado mes de agosto, molesto por el paso del primer servicio del transporte colectivo) para explicar que el programa de movilidad impuesto por la Fundación las Médulas ha sido «la gota que ha colmado el vaso de la decepción». Borrenes trató de limitar el paso de autobuses de más de seis metros al mirador de Orellán, pero la Fundación envió microbuses para esquivar la señal.