Diario de León

una disputa de casi 30 años

Salentinos tiene clara su identidad

Los vecinos defienden que pasar a Páramo fue el aval de su supervivencia y consideran ilógico que Palacios pelee por un monte que no le corresponde

Los habitantes de Salentinos opinan sobre la polémica que ha surgido por el nuevo amojonamiento aprobado por la Junta. L. DE LA MATA

Los habitantes de Salentinos opinan sobre la polémica que ha surgido por el nuevo amojonamiento aprobado por la Junta. L. DE LA MATA

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maría carro | ponferrada

Mucho ha llovido desde que, en 1990, una sentencia del Tribunal Supremo reconociera la segregación de Salentinos del municipio de Palacios del Sil y su incorporación al territorio dominado por el Ayuntamiento vecino, el de Páramo del Sil. Casi 30 años en los que Salentinos ha mudado de piel completamente —como miembro de pleno derecho de Páramo— pero sin poder poner fin a un litigio, el de la titularidad de casi 3.000 hectáreas de monte público, que hace tan sólo unos días fue resuelto por la Junta de Castilla y León, en base a un informe del Instituto Geográfico Nacional. Definitivamente, los montes que vierten sus aguas a Salentinos pasan a estar dentro del linde de Páramo.

La decisión no ha gustado al Ayuntamiento de Palacios y, especialmente, a los vecinos de Valseco, que se sienten los principales perjudicados, según fuentes consultadas. Varias son las partes que han manifestado su parecer sobre el nuevo amojonamiento pero, hasta ahora, no habían hablado los principales interesados, los vecinos de Salentinos, los dueños del monte y los que hace casi tres décadas decidieron, de forma unánime, solicitar la segregación. Se sentían «abandonados» y hoy siguen defendiendo el mismo sentimiento. Consideran injustificado que si la pedanía es de Páramo, no lo fueran ya sus montes desde el orígen.

«No entendemos la posición del Ayuntamiento de Palacios cuando nunca hizo nada por el pueblo. Lo justo es que todo pertenezca a Páramo y que los impuestos por las fincas se paguen en el Ayuntamiento que nos está manteniendo, el que se interesa por nosotros y el que nos está ayudando», aseguró uno de los vecinos, nativo y residente en el pueblo que mira hacia el Catoute.

Su opinión es la de todos los que ayer hablaron con Diario de León. Son y se sienten de Páramo y no conciben otra realidad. Entienden que detrás de la obcecación de Palacios puede haber intereses por la explotación cinegética del monte o para el uso de los pastos. También que la intención estática de Palacios de mantener en su propiedad los montes de Salentinos esté relacionada con el dinero que por esa extensión perciben de administraciones superiores.

Sea como fuere, los vecinos no comparten los argumentos que se han esgrimido en los últimos días, ni entienden que el Ayuntamiento de Palacios se plantee, tan siquiera, solicitar una posible indemnización y, mucho menos, que la oposición socialista haya propuesto declarar al alcalde de Páramo, Ángel Calvo, persona non grata. «Está fuera de lugar que critiquen al alcalde o al Ayuntamiento en general», dicen los que viven en Salentinos y han visto progresar el pueblo desde aquellos primeros años de la década de los 90, cuando todavía gobernaba Páramo el PSOE de Francisco Alfonso.

«Como decía un vecino de Salientes no hace mucho tiempo: aunque nos cueste 20 años, tenemos que pasar a Páramo», recuerda otro residente, incidiendo que fue de la mano de este municipio con quien llegó el progreso al pueblo. «Hubo muchas mejoras y hubo, además, un momento de unión», añade.

«En los años 80, el abandono era total», dice otro, enumerando, casi como si lo acabara de vivir, cómo y cuándo fue llegando el confort. «En 1993 nos pusieron la luz, que hasta entonces funcionada malamente con una pequeña fábrica que había aquí; en 1995, el agua y el alcantarillado; y en 1999, se asfaltó la carretera por primera vez», explica. No obstante, la primera medida que tomó el Ayuntamiento de Páramo fue el arreglo del camino que, a duras penas, permitía el acceso a Salentinos. El que hoy es una carretera de montaña completamente accesible.

El terreno objeto de discordia es parte del monte de utilidad pública 190, que incluye también a Salientes y Valseco. Dicen los vecinos de Salentinos que el nuevo amojonamiento lo único que hace es establecer los límites de cada municipio —dando cumplimiento a la añeja sentencia del TS— pero que no supondrá ninguna variación en el uso de los mismos. «No es una división entre pueblos. Otra cosa es que la Junta diga que tenemos que repartir ese monte 190, pero eso no ha pasado», explican.

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