La Audiencia impide trocear Carpisa y Campo estudia ir contra el administrador
La Justicia también da la razón al comité de empresa, que se considera perjudicado por el Ere.
MANUEL FÉLIX | PONFERRADA
La Audiencia Provincial de León acaba de emitir un auto en el que dictamina que no se puede dividir la unidad productiva de la unidad de explotación en el proceso de liquidación de Carpisa, la empresa pizarrera de Puente de Domingo Flórez. Viene a decir que en la puja de venta en proceso concursal de la sociedad, no se puede trocear trabajadores por un lado y cantera por otro. Tiene que ser un todo. De esta forma, los magistrados dan la razón al comité de empresa de Carpisa y también a la empresa Antonio Campo SA, que acaban de ganar el recurso interpuesto contra lo dictaminado por el administrador concursal de Ponferrada, designado por el Juzgado número 8 de lo Mercantil de León.
Como se recordará, hay dos empresas interesadas en la compra de Carpisa. Por un lado la firma Ultransa, (vinculada al grupo Cupa, adquirido éste por el fondo canadiense Carlyle); y por otro, una parte de la familia Campo, que no tenía vinculación con los problemas que llevaron a Carpisa al proceso concursal por las deudas. Ultransa y el administrador concursal coincidían en que la puja fuese por la cantera sola, separada de los trabajadores; y Campo quería la unidad productiva. Pujar por todo. Por eso presentó recurso y ahora lo ganó.
Pero, la situación en el proceso, a estas alturas del año, no es la misma. Carpisa está cerrada, los trabajadores en la calle (unos en el Ere y otros han encontrado trabajo en otro lugar), las máquinas llevan meses paradas y los clientes franceses que compraban la pizarra cada mes, y que permitían cobrar a los 47 operarios, se han volatilizado.
Con estos precedentes, y sin que el administrador concursal haya abierto los sobres con las ofertas, ayer uno de los administradores de la empresa Campo, Pablo Campo, se quejaba amargamente de lo sucedido y anunciaban acciones legales. «Como administrador de la empresa Antonio Campo pienso que ha habido una irregularidad total en el proceso de liquidación de Carpisa por parte del administrador concursal y por parte del juez liquidador; porque, lo que han hecho, es que han abocado a una empresa al cierre, con un Ere suspensivo y causándole unos enormes perjuicios a Carpisa. No se entiende que existiendo dos ofertas sobre la mesa el administrador concursal no haya accedido a abrir los sobres, cuando había solo dos ofertas; y se ha tenido que llegar hasta la Audiencia de León, que ahora estima en parte el recurso planteado por los empleados y por la otra empresa», indica Pablo Campo. Recuerda que Carpisa era una empresa que estaba funcionando, con una producción de 20 ó 25 camiones al mes y 47 empleos. «Opino que el administrador concursal, jugando a ser empresario, lo cual es una vergüenza para la propia administración concursal y el juzgado, haga un Ere suspensivo y cerrar una empresa, que entendemos que hoy no vale lo que valía en el momento de la oferta, dado que esa empresa lleva cerrada cuatro o cinco meses, por orden del administrador concursal, que era el que debería resolver el problema y no crearlo», manifiesta Campo.
Añade que no entiende como desde Ultransa, Carlyle o Cupa hayan hecho una oferta por los derechos de explotación de la cantera y no por el total de la empresa, y ahora la Audiencia estima que no se pueden vender unos derechos de explotación sin los trabajadores. «La falta de rigor por parte del administrador concursal, considero como opinión personal, que ha sido totalmente mala para Carpisa», indica Pablo Campo. «Ahora, —añade la misma fuente— estamos estudiando acciones judiciales contra el administrador concursal, dado que Carpisa lleva cerrada por su incapacidad y valga bastante menos, con perjuicios enormes para empresa y trabajadores».