Aníbal Merayo pugnará con Olegario Ramón por el control del PSOE local
El aspirante deja en manos de la asamblea la reincorporación de Folgueral y los ediles de USE.
c. f. c. | ponferrada
Flanqueado por un histórico del PSOE berciano como el ex eurodiputado y ex gobernador civil de Pontevedra, José Álvarez de Paz, y por la última candidata a la Alcaldía y hoy apartada de la portavocía del grupo municipal, la concejala Ángela Marqués. Así se presentó ayer el también ex concejal y antiguo secretario general de los socialistas de Ponferrada, Aníbal Merayo, para anunciar que pugnará con el actual portavoz del grupo municipal, Olegario Ramón, en las elecciones que el próximo sábado 27 de enero deben renovar la dirección de la agrupación socialista de la ciudad.
Aníbal Merayo —cuyo reingreso en el PSOE ha sido criticado por la secretaria general saliente, Rita Prada, que le reprocha sus afinidades con USE-Bierzo— aseguró que será la militancia la que decida el reingreso en el partido del ex alcalde Samuel Folguerla y el resto de los concejales de la formación que su día dejaron las filas socialista tras pactar con Ismael Álvarez la moción de censura contra Carlos López Riesco. «La decisión final dependerá de la asamblea y de los afiliados», afirmó antes de reconocer que la vuelta de Folgueral «no es una prioridad», y de descartar también que, de resultar elegido, vaya a buscar el apoyo de USE para promover una nueva moción de censura.
Ramón seguiría de portavoz
Merayo también descartó cambios en la portavocía del grupo municipal si se impone a Olegario Ramón. «No es neceario», afirmó antes de insistir en que «se trata de sumar, no dividir ni restar», afirmó tras anunciar que siempre habrá una vía de diálogo con el grupo municipal. Además de Marqués, el concejal Alberto Rodríguez también forma parte de la candidatura de Merayo junto con Susana Álvarez, Laura Girón y Eugenio Arias, vinculado con los movimientos vecinales.
El aspirante lamentó que no se celebren asambleas en el seno de la agrupación, ni el grupo municipal rinda cuentas en la actualidad ante los militantes. Prometió «democracia interna» y aprovechó para criticar la abstención del PSOE que hace dos ejercicos económicos permitió al PP aprobar sus últimos presupuestos, cuando ya había demostrado que «no es capaz de gobernar».