EL BIERZO ■ PATRIMONIO
El Castillo de Balboa se cae
El alcalde vuelve a alertar del «desplome inminente» de la fortaleza medieval, con las visitas prohibidas por la ruina Solicita 200.000 euros a la Diputación para obras de consolidación.
c. fidalgo | ponferrada
Mil años de historia están a punto de venirse abajo en Balboa. El último castillo importante del Bierzo que todavía corre peligro de desplomarse, el que desde el siglo XII y después de asedios y reconstrucciones se erige en una colina que domina la población más conocida por sus pallozas, está en riesgo de desaparecer si no se acometen pronto obras de urgencia, según advertía ayer el alcalde del municipio, Juan José López, que a la espera de que la Junta de Castilla y León aporte los 80.000 euros incluidos en su presupuesto autonómico para actuar este año en su torre del homenaje, ha aprobado en Junta de Gobierno local un proyecto de otros 196.501 euros que el Ayuntamiento solicitará a la Diputación para invertir en la muralla.
Las grietas en los muros hacen temer un desplome. LDM.
No es la primera vez que el Ayuntamiento de Balboa da la voz de alarma. Su última petición de ayuda sirvió para que la Junta incluyera en el presupuesto de este año una partida de 80.000 euros destinada a consolidar los restos de la torre del homenaje, en una posición muy precaria. La torre ya se ha beneficiado de una pequeña intervención en sus cimientos para preparar una obra más ambiciosa. Pero el resto del castillo, con una superficie total de en torno a los 800 metros cuadrados, no está mucho mejor y el alcalde avisa, una vez más, de que hay peligro de que se derrumbe en cualquier momento.
«No todos los pueblos tienen un castillo y en este el riesgo de ruina es inminente. Cuando se le eche mano va a ser tarde», se lamentaba el regidor después de que el Boletín Oficial de la Provincia publicara en su edición de ayer el acuerdo de la Junta de Gobierno local que hace unos días aprobaba el proyecto redactado por el arquitecto Fidel Ramón Pérez para poner en marcha «medias urgentes de consolidación y saneamiento» en el castillo «para la seguridad en el recinto».
Un cartel advierte a los curiosos que está prohibido acceder al monumento en ruinas, pero López reconoce que resulta imposible controlar quién se acerca a la fortaleza que el Ayuntamiento, siendo alcalde José Manuel Gutiérrez Monteserín, compró en 2006 y por 3.000 euros a la familia del entonces presidente del Consejo del Bierzo, Ricardo González Saavedra.
Propiedad municipal
La intención de aquella corporación municipal que pagó un precio casi simbólico por la fortaleza era adquirir el monumento para salvarlo de la ruina, en vista de que los propietarios no podían acometer una restauración tan costosa como ya entonces se preveía. «La idea es asentar las ruinas para que no se sigan deteriorando. No queremos hacer una rehabilitación integral de la edificicación, sino más bien consolidar lo que existe, limpiar el entorno y hacer una entrada desde el auditoro para que se pueda visitar», decía Monteserín en 2006 a este periódico, decidido a solicitar fondos a otras administraciones porque un municipio como Balboa tampoco tenía capacidad para financiar las obras que necesitaba el monumento. Y doce años después el alcalde actual sigue pidiendo lo mismo.
La torre del homenaje del Castillo de Balboa, donde la Junta ya ha financiado una primera excavación y desescombro, ayer. L. DE LA MATA.