Llega la primera máquina para la autovía A-76

Mariano Rajoy lo decía hace unos días en la entrevista que concedió a este periódico: La construcción de la autovía de Ponferrada a Orense, la A-76 que unirá las autovías del Noroeste con la de las Rías Baixas, va en serio y es poco menos que una cuestión de Estado que salga adelante, dado que no habrá ya marcha atrás.

Esta infraestructura viaria, que lleva décadas siendo reivindicada en numerosos cambios de Gobierno político, tiene visos de convertirse en realidad, dado que en la comarca del Bierzo ya están trabajando sobre el terreno las primeras máquinas.

Este periódico pudo comprobar cómo la maquinaria está realizando los primeros sondeos sobre el terreno. Con esos sondeos se pretende conocer la composición del firme sobre el que se levantarán los pilares de viaductos, túneles y demás trazado de la futura autovía. Se trata de estudios técnicos, no de la obra de construcción en sí. En base a esos estudios técnicos, necesariamente realizados sobre el terreno, se apoyará la esperada adjudicación de los trabajos de construcción de la A-76.

En este caso, la llegada de las máquinas es al primer tramo de la autovía entre las poblaciones bercianas de Villamartín de la Abadía (Carracedelo) y Requejo (Sobrado). También han estado en el siguiente tramo que sigue el trazado del vial por Friera, igualmente en el municipio de Sobrado, para adentrarse ya hacia tierras gallegas por la sierra de la Encina de la Lastra, hasta terminar esta fase en la localidad de la Vega de Cascallana, en el municipio d Rubiana (Valdeorras). Precisamente aquí, en los límites entre las provincias de León y Orense es en donde están proyectados varios viaductos de gran altura y distancia, así como túneles de largo recorrido. Es por ello por lo que los técnicos de la empresa adjudicataria de los proyectos técnicos están ya trabajando en los montes para agilizar al máximo el trámite administrativo que culmine con la adjudicación de los trabajos de construcción de la autovía.

Los técnicos que manejan estas máquinas perforan de manera vertical el terreno y obtienen catas de roca y tierra con la que se elaborarán, con posterioridad, los cálculos para levantar pilares o abrir túneles. Las máquinas están entrando por terrenos dificultosos y ello ha obligado a traer otro tipo de tecnología más sofisticada.