El Bierzo estará presente en Arco con la obra de Ángel Núñez Pombo

m. c. cachafeiro | ponferrada

Detrás del hombre sencillo encerrado en su forma de ser un tanto bohemia, hay todo un artista. Y ése es Ángel Núñez Pombo, berciano de padres y con estudio en Cacabelos, que estará presente en Arco, el gran escaparate del arte en España, la próxima semana en Madrid.

Ángel Núñez Pombo, al que muchos les vendrá a la cabeza el apellido porque su padre fue profesor en el instituto Gil y Carrasco, es uno de los artistas elegidos por la galería Bacelos de Madrid para una cita competitiva para los propios artistas, porque todo el mundo quiere estar presente en Arco. Su currículum, con estancias en países como Estados Unidos o Suecia y exposiciones por medio mundo, no deja indiferente a nadie, aunque no sea tan conocido, y reconocido, en su Bierzo natal.

De todas formas, Núñez Pombo no es la primera vez que está en Arco. «Estuve en 2002, con una galería de Washington, la galería Fusebox, que fue invitada a Arco por ser de las galerías emergentes más interesantes del mundo en aquel momento, y eso permitió que las galerías en España viesen mi obra y a partir de ahí empecé a trabajar con ellas», explica.

Tras estudiar en Madrid, viajó a Reino Unido, a Londres y Wimbledon, y luego fue tres años a un master de escultura en la Virginia Commonwealth University, en Estados Unidos, el mejor departamento de ese país y uno de los mejores del mundo. «El harvard del arte», dice. Además, estuvo dos años también en un master pionero en pensamiento crítico en Malmö Art Academy, en Suecia. «Eso hace que trabaje en muchas direcciones y con muchos materiales diversos. Instalación, vídeo, arte participativo, arte sonoro, y en esta propuesta concreta con una mirada a la tradición pictórica», aclara sobre su trayectoria artística.

Núñez Pombo cree que el arte se ha convertido «en una pelea constante». «Es muy difícil seguir produciendo —matiza—; es un trabajo duro, normalmente a los artistas nos interesa mostrar fuera de España, porque aquí hay muy poco coleccionismo y eso paraliza la posibilidad de crecer. Pero salir es una asignatura pendiente del arte español, no hay mucho interés fuera por los artistas españoles y tampoco hay tanto espacio», lamenta.

La galería Bacelos de Madrid lleva varios artistas y participa en ferias internacionales. «Normalmente las ferias son sitios idóneos para que la gente vea tu trabajo y puedan surgir proyectos», señala. Igual que la música o el cine, cree que España necesita apostar por el arte como una apuesta de país. «Quizá sea una asignatura pendiente», confiesa tras pedir ayudas para las galerías.