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Un pacificador entre médicos

Fidel Corral es enfermero en el consultorio de Tremor y el único berciano de los 35 mediadores formados por Sacyl para resolver conflictos entre profesionales sanitarios que comprometan la calidad del trabajo y la propia asistencia.

Fidel Corral, en Bembibre. ANA F. BARREDO

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León

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maría carro | ponferrada

La Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León acaba de nombrar a 35 sanitarios como mediadores de conflictos internos, personal que ha sido formado para poder resolver situaciones que provoquen controversia o malestar entre miembros de un mismo servicio, de éstos con otros profesionales sanitarios o también entre la plantilla y los mandos intermedios o directivos. Uno de esos mediadores es Fidel Corral, enfermero con un cuarto de siglo de experiencia que desempeña su función en el consultorio médico de Tremor de Arriba y que ya en el año 2014 se ofreció voluntariamente para recibir la formación específica que ahora le ha convertido en un instrumento pensado para mejorar el clima de trabajo en el Área de Salud del Bierzo y, con ello, el funcionamiento de la misma y la propia atención de los pacientes.

Aunque, de momento, Corral es el único mediador nombrado en el área sanitaria berciana, el proyecto de Sacyl contempla la existencia de al menos tres y en la búsqueda de los que faltan está trabajando ya la Dirección de Recursos Humanos. Se trata de una acción voluntaria y altruista que se compagina con el quehacer diario de los sanitarios. «En principio, los equipos de mediación que va a haber en cada área empezarán a funcionar en cuanto haya, al menos, tres. Lo que se busca es un trabajo en equipo. Aunque en los conflictos, normalmente, sólo va a intervenir un mediador, sí se pretende que haya posibilidad de elegir entre varios y, además, según la complejidad de cada caso, puede que sea necesario más de un mediador», explicó Fidel Corral.

No obstante, la unidad de mediación del Bierzo y ninguna de las creadas en el conjunto de Castilla y León están todavía operativas. Falta la aprobación del protocolo que determina la manera de proceder de cada mediador. «Necesitamos el respaldo de ese protocolo para empezar a trabajar. El borrador ya está prácticamente rematado y yo creo que en un par de meses estará aprobado y se podrá activar el servicio», aseguró Fidel Corral. Si en el Bierzo siguen sin aparecer nuevos voluntarios, se podría estudiar la posibilidad de que, en caso de darse un conflicto, intervengan mediadores de otras áreas de salud.

«Pertenecemos a la Unidad de Mediación de la Gerencia Regional de Salud. Por tanto, aunque estuviese yo solo, en alguno de los conflictos se podría solicitar la mediación de un mediador de otras áreas de salud. Dependería, eso sí, de las necesidades que hubiese», dijo el voluntario berciano, reconociendo que «lo idea sería no estar yo sol aquí, sino poder hacer un trabajo en equipo».

¿Qué hace un mediador? Como su propio nombre implica, es un enlace para aproximar posturas entre dos partes enfrentadas, que no un árbitro, ya que en su caso son las propias partes las que han de encontrar la solución al conflicto. «Esto no es un proceso de arbitraje. Nosotros somos el vehículo, la línea de diálogo para que las personas enfrentadas sean capaces de resolver su situación, de reflexionar y cambiar sus intereses», apuntó Corral, asegurando que «el 97% de los conflictos son de relaciones personales». Es decir, compañeros de un mismo grupo que están enfrentados por la razón que sea y que generan un clima de malestar que acaba afectando al resto de compañeros y que compromete también la asistencia sanitaria.

«Cuando una persona se encuentra en un ambiente laboral estresante, que le causa sufrimiento, es muy frecuente que ese se pueda trasladar a la forma de trato al propio usuario de la sanidad. En la medida en que una persona está contenta, tranquila y sólo se tiene que ocupar del desarrollo de su trabajo, va a ser mucho más productiva», asegura Fidel Corral.

El protocolo que se está perfilando establece que la duración de la mediación será de un mes, con varias reuniones. «Si se diese la necesidad de ampliar, se haría y al mes siguiente o a los tres meses, habría una revisión», explica el mediador, aclarando que es un servicio voluntario para todas las partes, es decir, todas las personas involucradas han de estar de acuerdo y cualquiera puede abandonar la mediación en cualquier momento.