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EL BIERZO ■ LA ADVERTENCIA OFICIAL

El CSIC reclama a la Junta una mejor gestión en Las Médulas

Pide un plan de actuaciones a medio y largo plazo y un centro gestor con plantilla propia

Sánchez-Palencia, junto a investigadores del CSIC en el Castro de Borrenes, en 2008. L. DE LA MATA

Ponferrada

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Las Médulas necesitan un programa de actuaciones a medio y largo plazo que unifique las «iniciativas dispares» que 20 años después de su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad continúan jugando «en detrimento tanto del patrimonio como de una inversión racional de los recursos, y por tanto de la generación de beneficios para la zona». Es la principal conclusión de un informe elaborado por el arqueólogo Javier Sánchez-Palencia en nombre del grupo de investigación Estructura Social y Territorio-Arqueología del Paisaje (Etap-Ap) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para reclamar a la Junta de Castilla y León un cambio de rumbo en la gestión del paraje.

El informe al que ha tenido acceso este periódico ya ha sido remitido a todos los miembros del Patronato de la Fundación Las Médulas que preside la consejera de Cultura y además de denunciar las carencias que a juicio de los investigadores arrastra la zona va más allá y propone que «para gestionar este plan o programa» «es urgente crear un centro gestor dotado de plantilla (mediante convocatorias públicas y competitivas) de profesionales expertos en Arqueología, paisajes culturales y tecnología minera antigua, así como en cultura castreña y su contacto con Roma, con experiencia contrastada y medio suficientes para investigar, valorar, salvaguardar y difundir tan rico Patrimonio Mundial».

El informe de Sánchez-Palencia —uno de los mayores expertos en Las Médulas— añade que las plantillas actuales de guías en el Aula Arqueológica y el Centro de Recepción de Visitantes tendrían que encuadrarse en el mismo centro gestor, que también «debería tener capacidad para generar recursos» igual que cualquier otro organismo público de investigación y depender de la Junta de Castilla y León como administración responsable, «que podría actuar en consorcio con otras instituciones y entes públicos». De esta forma la Fundación Las Médulas «debería volver a lo que fueron sus primeros objetivos: movilizar recursos económicos y sociales de entidades y asociaciones privadas con intereses en la zona, de forma que complementase la actividad del centro público». «Todo esto —añade Sánchez-Palencia— estaba ya enunciado en el Plan Director de Las Médulas, pero nunca es tarde para empezar».

Para llegar a esta propuesta, el informe del CSIC desglosa en una decena de puntos una serie de reflexiones sobre la gestión de Las Médulas en los 20 años largos transcurridos desde el reconocimiento de la Unesco, que hacen públicas «desde la responsabilidad profesional de quienes contribuimos a conseguir ese objetivo».

El informe reconoce que «Las Médulas es hoy sin duda la mina antigua más conocida de Europa» y recuerda que Sánchez-Palencia y otros dos expertos ya fallecidos como María Dolores Fernández-Posse y Julio Fernández Manzano formaron la dirección del proyecto Zona Arqueológica de Las Médulas coordinado desde el CSIC y encaminado en primer lugar a lograr el reconocimiento de la Unesco, y que gracias a convocatorias autonómicas y proyectos nacionales de I+D+i trabajó desde 1996 en una estrategia hoy abandonado que unía la investigación científica del paraje con su puesta en valor y su difusión turística. La labor de los investigadores del grupo Etap-Ap, no reconocida durante los actos del vigésimo aniversario de la declaración, propició la primera señalización, los contenidos del Aula Arqueológica y las primeras guías y estudios, además de una gran exposición en el Real Jardín Botánico de Madrid que recibió 60.000 visitantes en 2001-2002. Pero desde el momento en que la presidencia de la Fundación Las Médulas pasó a la Junta, el papel del CSIC como equipo científico asesor «se rebajó a la mención como simple colaborador y después desapareció del todo».

El informe del CSIC recuerda que el Plan Director de Las Médulas «proponía diversificar los itinerarios de visita», según recomendaron explícitamente los representantes de la Unesco. Sin embargo, «cada vez se potencian más dos únicos puntos de visita», como son la ruta de Las Valiñas con la Cuevona y la Cueva de la Encantada» y el mirador de Orellán con sus galerías. El Plan Director proponía, por el contrario, que los minibuses «hiciesen todo el circuito de la ruta perimetral que rodea la mina», lo que hace necesario acondicionarla y mantenerla y dotar al paraje de «los aparcamientos disuasorios previstos».

Asentamientos abandonados

El CSIC lamenta la dispersión de esfuerzos. «Tampoco se entiende que el visitante se encuentre aún con unas visitas no planificadas conjuntamente y de diverso precio» en los distintos centros y aulas del paraje, y «menos comprensible aún es que exista un punto de información, el de las galerías de Orellán, que es totalmente independiente y de gestión privada, conculcando de forma manifiesta la propia legislación en la materia no sólo de Patrimonio Cultural sino también de Minas».

Y se queja Sánchez-Palencia de que «la visita a zonas tan interesantes como La Frisga, Las Pedrices y Llaguna de Yeres» y al mirador de Chaos de Maseiros «no están en absoluto atendidas». Las «carencias más patentes» se aprecian en los asentamientos como El Castrelín de San Juan de Paluezas y El Castro de Borrenes, sucios y abandonados, con la señalización ilegible y con apenas visitas. «Sorprende que en contraste con tal abandono, se haya emprendido la costosa excavación de otro castro supuestamente prerromano, el de la Peña del Hombre en Paradela de Muces, situado fuera de la zona declarada, que por su complicado acceso difícilmente será visitable». También requiere atención el asentamiento metalúrgico de Orellán y el cierre y dotación de una cubierta en el yacimiento de Las Pedreiras, donde se ha producido «un despilfarro de recursos injustificado y sin sentido» con una «costosa excavación» que se ha limitado «a quitar la tierra que lo cubría y protegía» temporalmente para dejarlo después «en el mismo estado lamentable».

La «inefable Domus»

El informe recuerda que el anteproyecto para crear un centro europeo de paisajes culturales que la Junta encargó en 2004 para el cruce de las carreteras de Carucedo, Orellán y Las Médulas «quedó en el olvido» y en su lugar se construyó «la inefable Domus Procuratoris», estructura «que adolece del más mínimo fundamento científico» cuando muy cerca, en Las Pedreiras, «yacen tapadas las estructuras reales de una domus romana».