El Bierzo apenas crea empresas en el pujante sector de drones

m.c.cachafeiro | ponferrada

Al sector de los drones le cuesta entrar en el Bierzo, pese a ser una comarca con gran proyeccción por todas las aplicaciones que tienen estos aparatos en sectores como la agroalimentación o por la complicada orografía de la comarca para múltiples actividades. De las 48 empresas autorizadas desde el pasado diciembre por la Agencia Estatal de Seguridad Aeronáutica en la provincia de León, cuando entró en vigor el nuevo decreto, sólo siete tienen su sede en la comarca, ni la quinta parte del total.

Ese 17% de actividad se reparte entre Ponferrada —cinco— Fabero y Cacabelos. De ellas dos tienen un abanico más amplio de utilización más allá del fotográfico, para temas como calibración de equipos, exploración meteorológica, geológica o arqueológica, o la observación y vigilancia aérea incluyendo filmación y actividades de vigilancia de incendios forestales

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea se encarga de la regulación de operaciones con drones de hasta 150 kilos. El listado de empresas aparece en su página web de forma periódica —www.seguridadaerea.gob.es— después de tres años de normativa transitoria. En la nueva regulación se establecen ya las condiciones que deben cumplir las organizaciones de diseño, fabricación y mantenimiento de este tipo de aeronaves, así como los requisitos de formación para su pilotaje. También contiene medidas relativas al uso recreativo, esto es, no profesional, estableciendo una serie de limitaciones destinadas a garantizar la seguridad del espacio aéreo y la seguridad ciudadana, se explica en el mismo portal.

El Real Decreto Real Decreto 1036/2017, de 15 de diciembre, regula la utilización civil de las aeronaves pilotadas por control remoto. Lo que en términos aeronáuticos se define como una Operación Aérea Especializada, que incluye todo tipo de trabajos técnicos o científicos, ya sea comercial o no comercial. Desde actividades agroforestales, levantamientos aéreos, fotografía, vigilancia, observación y patrulla hasta publicidad aérea, emisiones de radio y televisión, lucha contra incendios, lucha contra la contaminación, prevención y control de emergencias o entrenamiento y formación práctica de pilotos remotos.

El campo de los drones es tan importante que no sólo León está desarrollando varios proyectos de tipo militar; también Lugo está apostando por este campo, en el aeródromo de Rozas, donde se van a desarrollar dos proyectos, en seguridad aérea y gestión forestal.

La nueva normativa es actualmente la más abierta de Europa, según fuentes de la Agencia Española de Navegación Aérea, ya que contempla escenarios operativos actuales y futuros. España, en este sentido, se ha adelantado dos años a la futura legislación comunitaria, añaden desde la AESA.

El Real Decreto aprobado el pasado diciembre en Consejo de Ministros desarrolla tanto la normativa para facilitar el avance de una actividad económica emergente ligada a los drones como las medidas necesarias para la realización segura de las operaciones en las que intervengan estas aeronaves.

Temas complejos como el sobrevuelo en entornos de edificios, reuniones de personas al aire libre o vuelos nocturnos. Dependiendo de la complejidad, la AESA exige más requisitos a las empresas. Además, la normativa establece las condiciones que deben cumplir las organizaciones de diseño, fabricación y mantenimiento de este tipo de aeronaves, así como los requisitos de formación para su pilotaje, «todo ello en términos equivalentes a los marcos normativos existentes en otros países europeos», añaden desde la Agencia.