Diario de León

SUCESOS ■ EL ENEMIGO SILENCIOSO

Los escapes de monóxido dejan más de cien intoxicados en ocho años en el Bierzo

La comarca ha registrado medio centenar de incidentes desde 2010, con una única muerte

Publicado por
MARÍA CARRO | PONFERRADA
Ponferrada

Creado:

Actualizado:

La intoxicación por monóxido de carbono debido a una mala combustión de estufas, cocinas de carbón o chimeneas se repite de manera alarmante cada otoño-invierno en el Bierzo y es —junto con los incendios en viviendas derivados también de problemas en los sistemas de calefacción— una de las principales causas de intervención de los servicios de extinción de incendios y salvamento. Hace tan sólo dos semanas, una mujer octogenaria falleció en Columbrianos por inhalación de CO2. Ha sido la única víctima mortal por esta causa en los últimos ocho años, según los datos registrados por el Servicio de Emergencias Sanitarias 112 de Castilla y León. Desde el año 2010, ha habido 105 afectados en medio centenar de incidentes repartidos por la geografía comarcal. Ponferrada está a la cabeza con 48 casos, el 46%.

El Bierzo registra una media de 5,5 incidentes anuales por inhalación de monóxido de carbono, aunque durante los años 2015 y 2017, esa cifra se elevó hasta los ocho accidentes. Por contra, el año menos nocivo fue 2010, con dos sucesos de estas características. En el ejercicio en curso, de momento ha habido cuatro casos con siete afectados en Ponferrada, Sancedo, Columbrianos —en el que falleció la octogenaria— y Quilós.

En lo que al número de heridos se refiere, 2012 fue el peor año. Aunque se produjeron seis siniestros, en sólo uno de ellos hubo que lamentar ocho heridos en Ponferrada, siendo el más multitudinario desde 2010. En total, fueron 20 repartidos entre la capital berciana, Villalibre de la Jurisdicción, Bembibre y Congosto. Tras 2012, 2017 repite a la cabeza de la lista negra también en volumen de heridos. El año pasado se contaron 17 afectados en ocho escapes de CO2. En esta caso producidos en Ponferrada, Toral de los Vados, Fabero, Villadepalos y San Miguel de las Dueñas.

Marzo, abril y octubre han sido, desde 2010, los meses en los que los sucesos provocados por monóxido de carbono se han repetido con mayor frecuencia, seguidos de cerca de noviembre y enero. Llama la atención que incluso en meses de calor como agosto o septiembre se ha producido también algún caso a lo largo de la serie histórica objeto de análisis.

Casi la mitad de las intoxicaciones por monóxido de carbono en los últimos ocho años han tenido lugar en Ponferrada. Algo normal, teniendo en cuenta que el volumen de población es mucho mayor que en el medio rural. Muy por detrás, con siete heridos desde 2010, respectivamente, quedan Fabero y Quilós. En todos los casos, no ha habido que registrar ninguna víctima mortal. Más muertes ha habido en el municipio de Villablino, que si bien no corresponde al Bierzo, sí a su área de salud y, como tal, lo afectados son atendidos en su hospital. En la capital lacianiega se registraron dos fallecimientos por inhalación de monóxido de carbono en el año 2013 y también hubo uno en la localidad de Caboalles de Arriba. Este en el año 2010.

125 muertes al año en España

La única manera de combatir las intoxicaciones y muertes por inhalación de monóxido de carbono es la prevención. Por eso, los equipos de extinción de incendios y salvamento insisten en la necesidad de controlar el buen funcionamiento y la correcta instalación de la estufas, las chimeneas, las cocinas y cualquier aparato calefactor que pueda tener escapes. También se recomienda no dormir con estufas prendidas y, en caso de detectar cualquier fuga, airear suficientemente la vivienda abriendo puertas y ventanas. Es la única manera de prevenir la tragedia y evitar que las cifras de afectados sigan siendo tan alarmantes, no sólo en el Bierzo. En España, entre 5.000 y 10.000 personas sufren intoxicaciones por esta causa cada año, con una media de 125 muertes anuales.

Los servicios forenses retiran el cuerpo de la anciana fallecida este mes den Columbrianos. L. DE LA MATA

tracking