Piden 11 años de cárcel para la mujer que simuló su secuestro en Fabero

Once años y ocho meses. Esta es la pena que el Ministerio Fiscal pide para la mujer, vecina de Fabero, que en octubre de 2016 denunció haber sido secuestrada y llevada hasta Bembibre para ser agredida y vejada por su expareja, al que llegó a acusar de haberle colocado pegamento en la vagina. Una denuncia de malos tratos que resultó ser falsa pero en base a la cual el joven al que el juez le imputó los hechos denunciados pasó nueve días en prisión de manera provisional. Más de una semana que se suma al tiempo que I.R.G ya había estado en prisión, de la que acababa de salir, por otra denuncia falsa de amenazas de la misma mujer.

Ahora, la Fiscalía ha dado a conocer su petición de cárcel por simular un secuestro y realizar varias denuncias falsas y no sólo afecta a la acusada, V.G.G, que en aquel momento tenía 34 años; sino también a su cómplice, un joven de 26 años, F.V.A, también vecino de Fabero, que le ayudó a urdir la trama y para quien el fiscal solicita diez años y diez meses de cárcel. Además de las penas de prisión, el Ministerio Fiscal reclama el pago de una indemnización de 18.000 euros a la víctima. Compensación económica por los daños causados que la acusación particular eleva hasta los 30.000 euros.

El caso que ocupa fue muy sonado y ocupó varias portadas de medios de comunicación a nivel nacional. La presunta víctima de los malos tratos consiguió mantener la mentira durante varios días, pero las cámaras de vigilancia de un bazar chino la delataron. En las imágenes captadas se veía a la V.G.G. comprando todo el material que después utilizó para simular el secuestro y las agresiones. En aquel momento, el fiscal estimaba que dos años de prisión y veinticuatro meses de multa sería la pena máxima a la que se enfrentaría por simulación de delito y agresiones; aunque el hecho de haber tratado de utilizar a la justicia para simular un delito de tales dimensiones y que su expareja tuviera que enfrentar varias semanas privado de libertad por algo que no hizo han elevado la petición hasta los plazos que ahora se conocen.

Una historia inventada

El relato a la después detenida fue escalofriante. Había denunciado haber sido secuestrada en la misma puerta de su casa de Fabero, alrededor de las 23.00 horas y cuando su hijo estaba solo en el interior de vivienda. Aseguró que dos hombres la obligaron a entrar en un coche y la trasladaron hasta Bembibre. Una vez allí y según la denuncia que interpuso ante la Guardia Civil, fue llevada a la bodega del inmueble en el que vivía su expareja y sometida a varias agresiones y vejaciones, incluido el pegamento en la vagina; para después ser abandonada, semidesnuda, en una casa vacía del barrio de La Estación de la capital del Bierzo Alto.

Todos estos hechos se desencadenaron el mismo día en que V.G.G, que en ese momento tenía autorizadas pulsera telemática y una orden de alejamiento a su expareja, había solicitado el reingreso en prisión de éste. Aunque el plan de ella y su cómplice estaba muy pensado y dio detalles concisos del lugar donde supuestamente estuvo retenida, habían dejado cabos sueltos, empezando por la ausencia del vehículo negro donde dijo que la habían trasladado en las grabaciones de las cámaras de tráfico y la presencia, por el contrario, del automóvil donde ella y su cooperante se habrían desplazado desde Fabero hasta Bembibre. Finalmente, reconoció los hechos.