Los trabajadores piden la apertura de Ene.central en la nueva Ciuden

C. FIDALGO | PONFERRADA

Una locomotora de vapor del antiguo tren minero entre Ponferrada y Villablino, restaurada para su exhibición, un Ford Mustang que también debía formar parte de la colección permanente, y un bosque de helechos arborescentes traídos de Nueva Zelanda para ocupar la cúpula del Bosque Carbonífero y reubicados al cancelarse el proyecto. Son los silenciosos habitantes del interior de la segunda fase del Museo de la Energía en la antigua central térmica de Compostilla I de Endesa en Ponferrada, rehabilitada tras una inversión de 21 millones de euros a los que ni la entidad ni la ciudad han sacado ninguna rentabilidad a los tres años de la conclusión de las obras debido al parón del proyecto bajo la administración del PP. Los cambios que se avecinan en la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) han llevado al comité de empresa a reclamar la apertura de lo que en su día se llamó Ene.central siguiendo el modelo del último proyecto conocido, que combinaba los recursos propios de un centro de ciencias interactivo y participativo con los de un museo tradicional para explicar la importancia que tiene la energía en el desarrollo de la civilización humana.

El comité no sólo confía en que el previsible relevo de Eduardo Castiñeiras al frente la Ciuden —que por decreto del Consejo de Ministros pasa a depender del nuevo Ministerio de Ministerio para la Transición Ecológica a través de la Secretaría de Estado de Energía como entidad autónoma— sirva para recuperar el proyecto de la cúpula del Bosque Carbonífero y colocar los helechos en el lugar para el que fueron adquiridos en Nueva Zelanda. También planteará a la futura dirección la puesta en uso Ene.central, algo que se podría llevar a cabo con «una inversión pequeña, teniendo en cuenta el dinero total invertido», explica el presidente del comité, José Miguel González.

La nueva fase del museo, que cuenta con tres salas de exposiciones, aulas para actividades, un salón de actos con capacidad para doscientas personas, cafetería, zona de servicios y un sótano, está lista para iniciar su actividad. Solo es necesario finalizar la urbanización exterior del edificio y confirmar los acuerdos que la Ciuden ya había gestionado para la cesión de piezas con entidades como el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Museo del Ejército o la Fundación Endesa.

Ene.central está preparado para acoger muestras temporales y permanentes que podría compartir con otros museos como el Parque de las Ciencias de Granada, o el Museo Príncipe Felipe de Valencia además del ya ciento Museo Nacional de Ciencia y Tecnología. «Este iba a ser el Museo Nacional de la Energía. Incluso se planteó traer un cohete espacial en desuso. Espacio tenemos», asegura el presidente del comité de empresa.

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