La alcaldesa decreta el cese de Rosa Luna al frente del Imfe por «desleal»

La primera consecuencia de que la alcaldesa de Ponferrada no pudiera aprobar el martes los presupuestos del 2018 tuvo ayer mismo su primera actuación visible. Gloria Fernández Merayo firmaba a media mañana el decreto de cese de la portavoz del grupo Ciudadanos, Rusa Luna, al frente del Instituto Municipal para la Formación y el Empleo (Imfe).

El motivo —según dijo a los periodistas— fue la «deslealtad» y la «pérdida de confianza» por la votación del «no» de Cs a las cuentas municipales del Partido Popular y de Coalición por el Bierzo. Merayo explicó que el cese se lo comunicó a la concejala Ruth Santín, dado que no pudo hacerlo personalmente a Luna, quien se reincorporó a sus vacaciones tras la votación plenaria. La alcaldesa volvió a reprochar a Luna que votara «en contra de sus propios actos», de las cuentas del Imfe.

La mandataria municipal también avanzó que ahora abre un «periodo de reflexión» para ver por dónde discurrirá la relación política con Ciudadanos. De momento, Merayo no ha querido desvelar el nombre de la persona que sustituirá a Luna en el Imfe. Lo llevará la Alcaldía y la concejalía de Desarrollo y Obras, con los técnicos.

La regidora volvió a remarcar que los grandes perjudicados de la no aprobación son los pueblos, puesto que las obras no se pueden financiar con remanentes. De ahí que —en palabras de Merayo—, «en un acto de generosidad y a la desesperada», optaron por ofrecer que los 3 millones de remanentes los gestionara a su antojo el PSOE y el resto de grupos de oposición. «Pero la oposición los vetó y tiró por el desagüe todo, condenando a las pedanías al ostracismo», dijo. También el acuerdo para la plantilla de personal, que ahora acometerán apenas con la posibilidad de entre «un 10 y un 15% de lo acordado», dado que el techo de gasto aprobado el martes, referenciado al 2016, lo impide.

La alcaldesa, además de Cs, también llegó a culpar al grupo de Samuel Folgueral, USE, de lo sucedido. En este sentido manifestó que tenían con ellos «cerrado al 95% el acuerdo» para que se abstuvieran en el presupuesto.

Por eso les acusó de «travestimo político» y dijo que, de saber que no se abstenían no llevarían las cuentas a Pleno. Para Merayo, al quedar ahora desbancados los presupuestos de 2018 que acaban de llevar a Pleno también «complica la compensación de los salarios del bipartito». «Ahora no tenemos para todos y hay que repartir y como comprenderán lo tengo claro», señaló, dejando explicito que entre las dos cosas, la prioridad del personal era antes que lo del bipartito, que son cerca de 400.000 euros. «Hay poca capacidad de crédito», enfatizó, al tiempo que recordaba que los sueldos deben estar devueltos «antes del 7 de enero», zanjó.