UN TAPÓN EN EL CAMINO DE SANTIAGO
La maldición del GPS
Molinaseca reclama a la Junta que prohíba el paso de vehículos de gran tonelaje por la LE-142 a . la salida de Astorga para evitar que los camioneros queden atrapados en la entrada de El Acebo
El GPS tiene en el Bierzo dos puntos negros. Dos lugares donde los conductores de grandes camiones articulados maldicen una y otra vez a las nuevas tecnologías de geolocalización; la curva de entrada a El Acebo (Molinaseca) de la carretera LE-142, con su estrecha travesía por la Calle Real, en pleno Camino de Santiago, y la vieja Nacional VI a su paso por la localidad de Ransinde (Vega de Valcarce), donde la glorieta que regula la entrada y salida de la Autovía del Noroete en las rampas del puerto de Piedrafita ha confundido amás de un camionero.
Ni adelante, ni atrás, es lo que comprobó el pasado miércoles, poco antes de las siete de la tarde, el conductor andaluz que tomó la LE-412 en Astorga a media tarde sin saber que se metía de lleno en una trampa. La curva de entrada a El Acebo, junto al albegue de peregrinos de la localidad, se volvió insalvable para un vehículo articulado como el suyo. Demasiado largo como para dar el giro a la derecha, el trailer permaneció atrapado durante cerca de dos horas, antes de que uno de los obreros que precisamente habían trabajado durante todo el día en las obras de ensanchamiento de la curva regresara al lugar del suceso y usara la potencia de la máquina retroescavadora para ayudar al camión a dar marcha atrás sin que le patinaran las ruedas y después de una maniobra delicada pudiera continuar el descenso hacia Molinaseca, con cuidado de no llevarse por delante los corredores de las casas de la Calle Real.
El alcalde de Molinaseca, Alfonso Arias, estaba ayer cansado de una situación que los vecinos de El Acebo viene sufriendo desde que se ha generalizado el uso de los sistemas de navegación GPS entre los conductores profesionales, sobre todo extranjeros o que desconocen la estrechez de una carretera que no está preparada para que circulen sobre su pista vehículos de hasta 16 metros de longitud. «Esos camiones son un peligro para ellos mismos y para otros conductores cuando bajan por esa carretera a Molinaseca», se quejó ayer Arias, que recuerda que ya ha enviado tres escritos a la Junta de Castilla y León para que prohiba el paso de trailers por la LE-142 con una señal a la salida de Astorga o al menos en el Alto de Foncebadón, donde todavía tendrían espacio para dar marcha atrás.
Entre los vecinos de El Acebo se reclamaba ayer a la Junta la construcción de una variante de la que se lleva hablando dos décadas para sacar al tráfico de la localidad, aunque de momento, la Junta solo ha aportado una pequeña cantidad para ensanchar la curva de entrada, aprovechando las obras de la nueva red de abastecimiento que, por un importe de 85.000 euros, resolverá los problemas de agua de la localidad, explica el alcalde. Las obras de la curva acabarán en una semana, insistió Arias, y los camioneros que se sigan fiando del GPS tendrán una oportunidad. Aunque lo que les quede por delante, el vertiginoso descenso hacia Molinaseca, aún ponga los pelos de punta.