Cabañas prohibirá plantar eucaliptos y crea una tasa para la tala de madera
El sector maderero y la Asociación Forestal presentarán alegaciones a una ordenanza «discriminatoria».
maría carro | ponferrada
El Ayuntamiento de Cabañas Raras ha decidido regular la tala de madera en su término municipal y lo hará mediante la aprobación de una ordenanza que, ahora mismo, está en fase de información pública y mediante la cual establece una tasa por la tala, con independencia de si los montes son públicos o de titularidad privada; una fianza para garantizar el buen estado de los caminos y vías públicas y la prohibición de plantar eucaliptos, entre otras medidas, como nuevas distancias con respecto a los linderos. La nueva normativa, cuyo plazo de presentación de alegaciones estará abierto hasta el día 18, no ha sido bien recibida en algunos sectores, principalmente el maderero, y también la Asociación Forestal de León va a presentar alegaciones.
Cabañas Raras se convierte, así, en el primer ayuntamiento berciano que prohíbe expresamente la plantación de eucaliptos, según explica el empresario maderero Fernando Castañeiras, considerando la ordenanza como «discriminatoria» para el sector y recordando que los eucaliptos se plantan por razones económicas, ya que son «cuatro veces más rentables que los pinos». Con la prohibición de plantar esta especie, lo que el Ayuntamiento conseguirá —dice Castañeiras— es que los propietarios abandonen las parcelas y no planten nada.
Que se fije una tasa por licencia de tala de 150 euros es algo «totalmente absurdo y abusivo» cuando se trata de parcelas de titularidad privada, asegura para después recordar que en el Bierzo predomina el minifundio y «habrá propietarios que por la venta de su madera no perciban ni siquiera esos 150 euros». Es decir, en casos como el descrito, será más alta la carga impositiva que los beneficios.
«Discriminación y perjuicio» fueron palabras que Castañeiras utilizó también para referirse a la fianza de 16 euros por metro cúbico de madera cortada —con un mínimo de 3.000 euros— que la ordenanza fija con la idea de preservar el buen estado de los caminos y pistas forestales. «¿Por qué nosotros tenemos que pagar esa fianza y los tractores agrícolas o camiones de igual tonelaje no?», se pregunta, considerando que lo único que la nueva ordenanza conseguirá es «entorpecer» y restar agilidad al sector.
Otra de las novedades que introduce la ordenanza de Cabañas es que, una vez solicitada la licencia y antes de la concesión de la pertinente autorización, los servicios técnicos municipales realizarán un informe sobre el estado de las vías a utilizar, con lo que si valoran que este no es el idóneo para el paso de los vehículos que han de transportar la madera, podrán prohibir su uso. Condición que tampoco ha caído bien el sector porque lo que hace —insiste— es poner trabajas y limitaciones, al igual que las nuevas distancias con los lindes y los núcleos rurales que el Ayuntamiento de Cabañas pretende imponer cuando «eso ya está regulado por la Junta de Castilla y León», apunta Fernando Castañeiras.
Como cualquier ordenanza municipal, su incumplimiento conlleva sanciones y, en este caso, no respetar las normas impuestas podría dar lugar a sanciones de hasta 4.000 euros.