El Valle de Finolledo arranca la fiesta con la ronda de bodegas

dl | Ponferrada

Con el final del verano llegan las fiestas del Valle de Finolledo (Vega de Espinareda). El pequeño pueblecito, regado por el río Ancares, emprende esta noche sus festejos veraniegos con la apertura de bodegas en la media noche de hoy. Locales variopintos en los que disfrutar de música, como los locales Pacho y Puzzle, regentados por los inigualables Nila y Jesús, podrán armonía, sonido y copas a la primera jornada de festejos.

Pero la fiesta llega con fuerza en el inicio del fin de semana. A partir de las seis de la tarde, las calles de la localidad se visten de color hawaino con el desfile guiado por el ritmo de la charanga Sin Control . El calor del recorrido se combate con cerveza y sangría frescas servidas a lomos de un carro. Es solo el preludio de la gran paellada popular que congrega a todos los vecinos y foráneos en la plaza de la iglesia tres horas más tarde, antes de que empiece la música del Grupo Samba gallego.

Nada como un gran Prix, tanto para pequeños como para mayores, después el sábado después de comer para empezar a desperezar los cuerpos. Porque este años los festejos, fruto del esfuerzo desinteresado y constante del grupo de jóvenes que conforman la comisión de fiestas, con Pablo Taladriz a la cabeza, gozarán de un sesión de fuegos artificiales a las dos de la madruga del sábado.

Y en el cierre, junto a la tradicional misa y procesión por las calles de la localidad a partir de la una de la tarde, llega uno de los platos fuertes de las celebraciones. El torneo de subasta más popular, disputado y codiciado de todo el contorno.

Parejas llegadas de toda la zona, e incluso de diversos puntos de la provincia, se disputan lo que se considera el cetro casi mundial de este popular juego de cartas. Sólo puede quedar uno. En este caso, dos. Una pareja que durante un año presumirá de ser la más diestra delante de un tapete y con diez naipes en la mano.

Después de la cartas, llega una novedosa carrera de tacones, además de los duelos en la cancha de fútbol de solter@s contra casad@s. El broche festivo lo pone la música de la verbena y la chocolatada final con todos los asistentes al ritmo de Paquito el chocolatero.