Heridas dos mujeres en un parque de Ponferrada arrolladas por un coche

M. Félix | Ponferrada

Lo increíble, a veces, se convierte en realidad. Dos mujeres, de 52 y 39 años, que estaban tranquilamente disfrutando de una mañana apacible en el pequeño Parque de la Provincia del Bierzo —en el centro de Ponferrada (junto al cerrado café Museo)— acabaron ingresadas en el Hospital del Bierzo al ser atropelladas sobre el verde por un vehículo todoterreno.

Sucedía cerca de las once y media de la mañana de ayer. Un todoterreno Mercedes de color blanco, conducido por una mujer, entró en el aparcamiento de la ORA situado frente al edificio de este periódico y el Consejo Comarcal del Bierzo. Por causas que no están del todo claras, la conductora del vehículo perdió el control del mismo y se fue a empotrar contra una furgoneta de color gris, que permanecía estacionada en la zona azul, sin conductor. Tras destrozarle el frontal izquierdo, la mujer del Mercedes, en vez de frenar, pisó el pedal del acelerador y el Mercedes saltó la acera, y ya sin control, se llevó por delante a las dos mujeres que pasaban la mañana en el parque.

La conductora del todoterreno siguió a gran velocidad por el parque, girando en redondo hacia su derecha y saliendo con el coche por la acera que da a un centro de fisioterapia, situado en el edificio conocido en Ponferrada como el de los Hijos de Casimiro García.

La mujer del todoterreno fue interceptada por un peatón (un conocido abogado de la ciudad) a la altura de la puerta de salida del edificio. Allí se quedó fuera de sí y con un gran ataque de ansiedad, hasta que llegaron dos agentes de la Policía Local, que le tomaron declaración. «No sé lo que me pasó. Perdí el conocimiento, como si me mareara, y en vez de pisar el pedal del freno, pisé el acelerador», comentó al policía que tomaba nota, aún visiblemente nerviosa y temblando dentro del coche.

Hasta que llegaron las dos ambulancias, dos empleadas del centro de fisioterapia estabilizaron en lo posible a las dos heridas sobre el césped del parque. Una de ellas perdía sangre y fue la más afectada, con golpe en la cabeza. La otra mujer estaba más consciente e incluso se incorporó, aunque tuvo que ser ayudada para subir a la camilla del 112.

El suceso causó un gran revuelo, dados los gritos de las dos heridas. En un primer momento nadie entendía lo sucedido, puesto que era incomprensible que alguien pudiera ser atropellado de esa manera en un parque como este, por su situación. De hecho, daba la sensación de que apenas existe espacio para que un coche alcance la velocidad con la que arrolló a las dos mujeres, situadas en perpendicular a la marcha de la circulación en ese punto del vial.