Cima abre la fiesta con sabor infantil y guiño emprendedor

M. Félix | Ponferrada

Eric González es un ponferradino de 32 años, con muchos kilómetros en su mochila gracias a su destreza con el oboe. Ha estado en grandes orquestas sinfónicas profesionales de medio mundo, como las exigentes alemanas, suizas o asiáticas. Hoy, después de empezar a estudiar música en el antiguo conservatorio ponferredino que estaba emplazado en el parque del Temple, sigue con su carrera profesional, pero con una empresa que innova a nivel mundial, fabricando aquí con su propia empresa cañas de oboe y corno inglés. Las vende online para todos los rincones del planeta.

El sueño de este maestro de orquesta profesional era precisamente eso, trabajar en una gran orquesta. Ese sueño se cumplió y ahora va más allá, y decide apostar por hacer lo que le gusta desde su terruño, desde el Bierzo. Como una apuesta decidida de calidad de vida y profesionalidad. «Las cosas se pueden hacer perfectamente bien desde aquí», resumía precisamente este pasado sábado ante los niños que acudieron al parque del Temple para escuchar su pregón en la apertura de la Ciudad Mágica, Cima. Un pregón en el que el único mensaje era ese: Los sueños, si se persiguen con empeño y conocimiento, se llegan a cumplir. Y a Eric se le han cumplido. Por eso les decía a los denominados «cimadanos» de Ponferrada que acuden a esta fiesta de La Encina que «las ganas y la pasión» son el componente para casi todo lo que uno se proponga. «Se puede emprender desde aquí», resumía.

La alcaldesa Gloria Fernández Merayo acudió a la apertura de Cima e igualmente incidía en ese mensaje. «En Ponferrada, si se quiere, se puede», decía a los periodistas que le pusieron el micrófono delante de la boca.

Cima es posible gracias a muchos de voluntarios que permiten que se puedan ofrecer más de 40 actividades diferentes.