El futuro del Bierzo pasa por la unión
Los políticos reclaman coordinación de las administraciones, aunque cada uno barre para su casa en el último 8 de septiembre de la presente legislatura Reindustrialización, mejora de infraestructuras y despoblación centran los discursos.
maría carro | ponferrada
La historia se repite cada 8 de septiembre. El Bierzo celebra su día grande y lo hace a medio camino entre la fiesta y la inevitable reivindicación de una comarca que lucha por levantar la cabeza. Todos los representantes políticos que ayer se dieron cita en el salón de plenos de la casa consistorial de Ponferrada coincidieron en una cosa: en la necesidad de que las administraciones trabajen de la mano para poder superar la dura prueba que para el Bierzo ha supuesto el fin de la minería y la deslocalización industrial. Todos los abanderados de las instituciones públicas que pueden y tienen mucho que decir y hacer por esta tierra destacaron, una vez más, su enorme potencial y ahondaron en la consagración de la unión de todas las partes. Eso sí, cada uno barrió para su casa.
El de ayer fue el último Día del Bierzo de la presente legislatura y eso de dejó notar en los discursos de quienes tomaron la palabra en el acto institucional, aunque hubo una certeza que se repitió en cada uno de ellos: En un Bierzo eminentemente rural, la apuesta por el mantenimiento y desarrollo de sus pueblos es fundamental y eso pasa por ofrecerles alternativas. En este sentido, el vicepresidente de la Diputación de León para el Bierzo, Ángel Calvo, dejó sobre la mesa la necesidad de apoyar a los autónomos y pymes, que son —dijo— quienes realmente sostienen la economía local cuando las grandes industrias multinacionales hacen la maleta y se van, sobre todo una vez que «caduca el periodo de devolución de las subvenciones».
Las alternativas a las que se puede agarrar la comarca, siempre con la base de «una transición energética adecuada» —reiteró Calvo— también coparon buena parte de los discursos. Así, el sector primario y el aprovechamiento forestal volvieron a la palestra. El consejero de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se afanó en subrayar la valía de proyectos como la planta de biomasa que Forestalia está construyendo en el polígono industrial El Bayo.
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez, se aferró a la Fundación Ciudad de la Energía. Un proyecto del pasado, estancado en el presente y que —aseguró— tiene futuro. «No podemos desperdiciar una inversión de esta naturaleza. La Ciuden será una de las grandes alternativas de futuro». En todo caso, para que el Bierzo tenga futuro, primero tiene que tener habitantes. La despoblación es uno de los grandes caballos de batalla y la consecuencia directa del fracaso de las políticas económicas actuales. En ello incidió, precisamente, el líder del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca.
Más localista fue la anfitriona. La alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo, defendió que la nueva «revolución» económica llegará «de la mano del oro verde» o, lo que es lo mismo, la agricultura. También ella apeló a la unidad de todas las administraciones para conseguir no sólo la reindustrialización de la comarca, sino también mejores comunicaciones y servicios básicos.