El Punto Violeta de la Encina cierra sin denuncias de agresiones sexistas

maría carro | ponferrada

‘Por unas fiestas libres de agresiones sexistas’. Este era el lema de la campaña puesta en marcha por el colectivo 8M Bierzo y Laciana durante las fiestas de la Encina. Una acción que incluyó la instalación de un Punto Violeta para facilitar información y atender a cualquier mujer víctima de un abuso, una agresión, una violación o algún tipo de violencia física. Un punto de apoyo instalado en el recinto ferial de Ponferrada que ayer cerró sus puertas sin haber recogido ninguna incidencia. Tampoco la Policía Municipal ni el Cuerpo Nacional de Policía han registrado denuncias en este sentido, según confirmaron tanto el concejal de Seguridad de la capital berciana, Carlos Fernández, como la Subdelegación del Gobierno en León.

«A nosotras no nos ha llegado ningún caso, pero también es verdad que el hecho de que no haya sido denunciado no significa que no exista», apuntó una de las integrantes del 8M y parte activa durante las fiestas de la Encina. Olga Arias reconoce que la ubicación del Punto Violeta presentaba ciertas carencias, ya que se ubicó lejos de las zonas donde la fiesta y el consumo de alcohol y otras sustancia se alarga por más tiempo y, con ello, se incrementan las posibilidades de las mujeres sufran algún tipo de agresión. En todo caso, tampoco las parejas que recorrieron la ciudad con brazaletes morados detectaron incidencias en otras zonas de la misma.

Operativo desde las 20.00 y hasta la hora de cierre del recinto ferial, entre las 2.00 y las 4.00 de la madrugada dependiendo de la afluencia de público, una docena de mujeres de todos los perfiles y edades hicieron guardia para dar seguridad a las mujeres. Una iniciativa extendida ya por todo el territorio nacional y que este año se hizo por primera vez en Ponferrada con vocación de continuidad. El año que viene no sólo se repetirá, sino que la idea es incrementar los puntos de atención para poder atender a mujeres en cualquier zona de la ciudad, teniendo en cuenta que, en Ponferrada, la fiesta «está muy dispersa», explicó Olga Arias.

El problema con el que el colectivo 8M se encontró este año es que solicitó demasiado tarde la instalación de la carpa. Algo que no se repetirá en sucesivas acciones. «Tenemos claro que para las próximas fiestas vamos a repetirlo y con más tiempo, para poder instalar más de un punto, no sólo en el recinto ferial, también en la zona centro, en la parte alta y en la Gran Manzana. Y si, por la razón que fuera, no pudiéramos colocar todos estos puntos violetas, al menos si crear brigadas de dos o tres personas para atender cada zona», afirmó la integrante del colectivo feminista.

Además de erigirse como punto al que cualquier mujer puede acudir en caso de sentir inseguridad, miedo y haber sufrido alguna agresión, el Punto Violeta instalado por 8M Bierzo y Laciana también repartió dípticos informativos con los teléfono de contacto en los que se puede pedir ayuda. Una labor gracias a la cual han podido constatar que la concienciación de las chicas jóvenes es cada vez mayor. «Han sido muchas las que se han acercado para ofrecernos ayuda», celebra Olga Arias, satisfecha porque la primera campaña de estas características se haya cerrado con cero agresiones, pero todavía «con la mosca detrás de la oreja» por si ha habido casos pero no han sido denunciados. «Con estas cosas no se puede bajar nunca la guardia», dijo.

Que ni el Punto Violeta de atención directa a las mujeres ni las policías nacional y municipal hayan tenido constancia de abusos o agresiones durante las fiestas de la Encina refrenda la idea de una Ponferrada segura que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado se afanan en transmitir constantemente. Una ciudad con infracciones o delitos de bajo calibre que mantiene los índices de delincuencia por debajo de las medias nacional y autonómica.