Entre Anllares, ya sentenciada, y Compostilla, pendiente de Ciuden

Todo apunta a que Anllares, en la comarca del Bierzo, será la primera central térmica de carbón que cierre en España. Una sentencia, casi ya firmada, a expensas del último trámite, que arrancará a la cuenca minera del Sil el poco pulso que queda tras el cierre de los pozos.

Al permiso de la CNMC logrado por Naturgy, antigua Gas Natural Fenosa, y Endesa se sumarán previsiblemente en los próximos meses los solicitados por Iberdrola para las centrales de Lada y Velilla, en Asturias y Palencia. En total, serán siete de las 15 existentes las centrales de carbón que cierren en 2020, según señaló en el Congreso de los Diputados la actual titular del Ministerio de Transición Ecológica, Teresa Ribera, antes del verano.

La espada de Damocles, en el caso de Endesa, se centra también en Andorra, en la provincia de Teruel, y Compostilla, en la comarca del Bierzo, porque las inversiones para las nuevas normativas europeas las hacen inviables desde el punto de vista económico. En el caso de Compostilla, pese a los continuos rumores, nadie lo da por sentado. Es más, el proyecto de la Ciuden podría asentarse sobre los restos de la central.