Alerta en los pinares locales por el mal de la ‘banda roja’
Afecta al pino insigne, que es el que más prolifera en el Bierzo, y la enfermedad partió del País Vasco y ha llegado ya al Valle de Mena.
dl | Ponferrada
Alerta en el Bierzo entre las comunidades de plantaciones de pinos, dado que la variedad que más prolifera puede llegar a ser atacada por una enfermedad que procede de los pinares del País Vasco y que ya ha entrado en la comunidad de Castilla y León.
Los primeros focos de la enfermedad conocida como banda marrón o banda roja, que afecta mayoritariamente al pino insigne (Pinus radiata), han dado el salto desde el País Vasco y ya se dejan notar en algunos puntos de la zona de Valle de Mena (Burgos). Además, los expertos alertan de una posible expansión a otras zonas de la Comunidad donde está presente esta especie, en especial en la comarca del Bierzo. Este hongo está ocasionando grandes problemas en el País Vasco, donde son miles las hectáreas afectadas por la enfermedad y desde donde se ha desplazado a zonas de Cantabria y ahora también a Castilla y León.
La presencia de tres especies de hongos (Dothistroma septosporum, Lecanosticta acicola y Dothistroma pini) provoca daños en las cículas de los pinos y, según los expertos, todo apunta a que es una «colaboración» entre los tres lo que hace aflorar la enfermedad que surge en épocas en las que se dan las condiciones óptimas, con temperaturas más altas de la media y bastantes precipitaciones. Los hongos están presentes en los árboles desde hace tiempo, pero esas condiciones favorables hacen que se reproduzcan «de forma casi epidémica», explicó a Ical el experto en patología forestal y enfermedades forestales del Departamento de Producción Vegetal y Recursos Forestales de la Universidad de Valladolid, Julio Javier Díez.
En un principio es «raro» que esta enfermedad mate a los árboles «porque afecta a las hojas», pero la posible presencia de «otros males» es lo que podría concluir en la muerte del pino. Se trata de una enfermedad «grave» que no solo ocasiona un daño ecológico «evidente» sino, sobre todo, de carácter económico, ya que el pino insigne se localiza de forma especial en plantaciones para la producción de madera.
Aunque la rápida expansión desde el lugar de origen, en el País Vasco, hacía presagiar el posible trasvase de la enfermedad a Castilla y León, no ha sido hasta ahora cuando se han detectado los primeros focos.