Diario de León

El pequeño comercio se rebela contra las obras en el centro en plena Navidad

Piden al Ayuntamiento de Ponferrada que la reforma de Camino de Santiago espere al 14 de enero.

Un grupo de medio centenar de personas se concentró ayer en el tramo de Camino de Santiago en el que arrancan las obras. L. DE LA MATA

Un grupo de medio centenar de personas se concentró ayer en el tramo de Camino de Santiago en el que arrancan las obras. L. DE LA MATA

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maría carro | ponferrada

La segunda fase de las obras de la calle Camino de Santiago de Ponferrada comenzaron ayer rodeadas de polémica. Medio centenar de comerciantes de este vial y de su entorno urbano se concentraron a primera hora de la mañana, en el tramo sobre el que los obreros trabajarán durante las próximas semanas, para exigir al Ayuntamiento la suspensión de las obras hasta pasadas las campañas navideña y de rebajas. Aseguran que la decisión ha sido todo menos acertada por las fechas elegidas y que les costará volumen de ventas y, quizás, algún cierre.

«De no haberse iniciado hace meses, deberían haber esperado para afectar en mucho menor grado a unos comercios que ya de por sí viven un momento muy delicado», aseguró el portavoz del colectivo, Francisco Cebrián. Hay que aclarar que, en este caso, la Asociación de Comercio Urbano Templarium no respalda la protesta, aunque sí participaron en la concentración algunos de sus miembros. Precisamente, Cebrián consideró «inexplicable» que la directiva de este colectivo de comerciantes no ampare la acción.

Las obras de remodelación urbana de la calle más céntrica de Ponferrada que comenzaron ayer son una prolongación de la primera fase culminada también entre graves críticas por el retraso que se produjo en su ejecución. Ahora, quedará cortado al tráfico para su reforma el espacio comprendido entre la plaza República Argentina y la intersección con la avenida de Valdés y el plan del Ayuntamiento es detener los trabajos entre el 21 de diciembre y el 7 de enero, precisamente para facilitar la actividad comercial y evitar las molestias derivadas de los mismo. Algo que no convence a los comerciantes, que aseguran que una calle vallada y con el suelo levantado es de todo menos atractiva para los consumidores.

«La campaña de Navidad, en la que prácticamente nos encontramos ya, unida a las rebajas de enero suponen, muchas veces, casi el 50% de nuestras ventas del año, por lo que puede que esta decisión cueste algún cierre más añadido a las ya decenas que ha sufrido nuestra ciudad los últimos años», prosiguió Cebrián, recordando la penitencia que pasaron los comerciantes durante la primera fase de la semipeatonalización de Camino de Santiago.

«Tenemos el ejemplo de las obras del tramo anterior, comenzadas el año pasado en fechas similares y que se realizaron con una lentitud desesperante, retrasando su inauguración hasta, prácticamente, el comiendo del verano», recordaron los propietarios de negocios que, ayer a las 9.30 horas, tomaron la calle para hacerse oír, sobre todo después de que el equipo de gobierno no les haya escuchado. Al menos eso denuncian. «No entendemos como se puede tener tan poca sensibilidad y tan poca diligencia como para, primero, no haber informado ni consultado a los más afectados y, segundo, como para cometer otra vez el mismo error y comenzar las obras en la peor de las fechas posibles».

La concentración de ayer sirvió también para retomar el debate sobre la idoneidad del tipo de vía. La semipeatonalización sigue sin convencer, sobre todo por el perjuicio que supone —explican— para la carga y descarga y el aparcamiento de los clientes. Especialmente incisivo fue, en este aspecto, uno de los comerciantes de la calle Gómez Núñez, para la que el Ayuntamiento tiene un plan idéntico.

No quieren que se reduzca el ancho de la calzada y tampoco están de acuerdo con el sentido de la circulación. Reiteran que lo más lógico —una vez que se termine el replanteamiento urbano y las calles sean de dirección única— es que la entrada sea por Gómez Núñez y la salida por Camino Santiago. Lo contrario —entienden— lo único que hará es beneficiar todavía más al centro comercial.

«Nos irrita que se diga que se hace por nosotros, para ayudar al pequeño comercio, cuando, una vez más, serán otros los beneficiados por decisiones políticas que jamás nos permiten competir en igualdad de condiciones», denunció Cebrián en nombre de los concentrados.

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