OBRAS
Los fondos del paseo del Sil se pueden perder después de 2019, avisa la CHMS
Quiroga reconoce que el problema de la presa de San Facundo «empieza a enquistarse».
c. f. c. | ponferrada
La ayuda de la Confederación Hidrográfica del Miño Sil (CHMS) para acometer las obras del paseo del río en Ponferrada no será eterna. Pero el dinero, cuatrocientos mil de los quinientos mil euros del presupueto del proyecto, seguirá reservado al menos durante todo el año próximo, a la espera de que el Ayuntamiento consiga resolver el problema planteado con el propietario de parte de los terrenos que está retrasando el inicio de las obras. Así lo advirtió ayer el presidente del organismo hidrográfico, José Antonio Quiroga, durante su visita a la capital berciana para informar, junto a los técnicos de la institución del nuevo plan que delimita las zonas inundables en su demarcación. «Lo tenemos todo dispuesto y tenemos interés, pero nos empieza a preocupar la tardanza para poder ejecutar las obras en beneficio de Ponferrada. Vamos a esperar, pero si tardan meses y años estaríamos ante una situación inaudita y es posible que (los fondos) se pierdan», manifestó a preguntas de los periodistas. Quiroga insistió en que poner a disposición de la CHMS los terrenos para ejecutar la senda es competencia municipal, y entiende que el margen de todo el año 2019 «es un plazo más que razonable para resolver el obstáculo».
Presa de San Facundo
El presidente de la CHMS, también a preguntas de los periodistas que le esperaban en el edificio de la Diputación provincial en Ponferrada donde tuvo lugar la jornada técnica, también reconoció que el problema generado con la situación irregular de la presa de San Facundo y la traída de agua bombeada desde el pantano de Bárcena a Bembibre «se ha enquistado» hasta el punto de que la pedanía de San Andrés de las Puentes (Torre del Bierzo) ha elevado el asunto ante la Oficina Antifraude Europea. Quiroga reconoció que la nueva dirección de la CHMS no ha tomado una decisión sobre el futuro de la presa , que pasaría por limpiarla, ya que «está colmatada al 80 por ciento» y «no cumple la función» para la que se construyó, o demolerla.
El anterior presidente de la CHMS, Francisco Marín apostaba por una solución intermedia que implicaba rebajar la altura del embalse construido en los años ochenta y que dejara de contar como ‘gran presa’, con todos los requisitos que debe cumplir una infraestructura de esas características.