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COMPETITIVIDAD EDUCATIVA

A por el coche de inercia made in Bierzo

Estudiantes del IES Virgen de la Encina de Ponferrada, con apoyo empresarial, compiten en la fabricación de un prototipo de ingeniería.

Publicado por
León

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M. F. | Ponferrada

Son estudiantes de Ponferrada que están dispuestos a crear el mejor vehículo de inercia y ganar el concurso educativo que lo promueve. Se trata de un equipo formado por un grupo de estudiantes que, con el apoyo de nuestro instituto Instituto de Enseñanzas Medias Virgen de la Encina de Ponferrada han decidido embarcarse en el proyecto llamado Hiperbaric Challenge 2019.

Esta iniciativa se enmarca dentro del programa de acciones de responsabilidad social corporativa de las empresas Hiperbaric, S.A., en asociación con Desmasa, S.L. y el Center for Innovation and Talent Development. Se trata de un programa educativo que expone un desafío constructivo dirigido a jóvenes estudiantes, con el objetivo de la creación de un vehículo de inercia. «Los equipos, orientados por un profesor y mentores, desarrollarán su talento y capacidad de innovación, potenciarán el trabajo en equipo, y descubrirán su vocación científica y tecnológica», indica Paula Rodriguez Parra, responsable de comunicación del proyecto.

Cuenta que el certamen consiste en plantear, diseñar y construir un coche de inercia, conforme a la normativa técnica reflejada por la Federación de Deportes de Inercia. A su vez, tendrán que elaborar un proyecto completo del mismo, que defenderán ante un jurado de expertos, que valorará el desarrollo general del mismo, la parte técnica del vehículo, el trabajo de responsabilidad social, marketing y difusión en medios de comunicación. «Además, deberemos poner a prueba nuestro prototipo en una competición real en un trazado urbano en Burgos, que se celebrará en torno al 15 de junio, lo que en su conjunto determinará los vencedores de este desafío», explica.

Crearán desde cero un vehículo de inercia cuya principal característica es no disponer de ningún tipo de propulsión, sino que usará únicamente la fuerza de la gravedad para desplazarse sobre pendientes asfaltadas. «Estará basado en nuestra idea general de un chasis metálico que soportará una carrocería de fibra de vidrio monoplaza, 4 ruedas, frenos de disco, suspensiones neumáticas por doble trapecio. Contará con un tamaño de 250 centímetros de longitud y alrededor de 90 kilos de peso y estará altamente optimizado para este tipo de competiciones donde se alcanzan velocidades puntas superiores a los 100 kilómetros por hora. Junto a ello, deberemos de crear un dossier de viabilidad tanto en diseño como económico y un plan de responsabilidad social; todo ello respaldará la construcción de nuestro vehículo y nuestra participación sólida en el Desafío Hiperbaric Challenge 2019», resume.

Dentro del proyecto tendrán un apartado especial dedicado a su responsabilidad social que les atañe personalmente a todo el equipo. «Trabajamos sobre dos líneas, una consistente en un proyecto de educación vial para jóvenes y niños usando nuestro vehículo prototipo, y otra que consistirá en la reforestación de nuestra zona con castaños autóctonos adaptados a las nuevas enfermedades que están diezmando su población», destacan.