sucesos
Identifican a una mujer de 62 años como la ‘kamikaze’ de la A-6
Ha pasado a disposición judicial por circular más de 30 kilómetros en sentido contrario en enero.
Un mes y una semana después de que se abriera una investigación para identificar y localizar al conductor de un vehículo que, a finales de enero, circuló más de 30 kilómetros en sentido contrario por la autovía A-6, entre Ponferrada y Vega de Valcarce, la Guardia Civil informó ayer de su puesta a disposición judicial. Se trata de una mujer de 62 años que está siendo investigada por un hecho que puso en grave riesgo a los otros usuarios de dicha autovía durante más de media hora. De hecho, hasta 34 llamadas recibió el Servicio de Emergencias 112 entre las 21.30 y las 21.50 horas del sábado 26 de enero. Todas ellas alertando de la presencia de un ‘kamikace’ en la A-6. No obstante, desde la Subdelegación del Gobierno prefirieron, entonces, no utilizar este apelativo, asegurando que todo apuntaba a un error y no a un hecho voluntario.
Ahora y tras semanas de rastreo, la Guardia Civil ha informado del resultado del trabajo llevado a cabo por el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (Giat). Y es que, aunque hasta 34 testigos avisaron al 112, ninguno de ellos tomó datos de la matrícula ni del propio vehículo, por lo que fue necesario visualizar las imágenes de los dispositivos de control de tráfico en busca de alguna pista, ya que el dispositivo de control desplegado en aquel momento no logró dar con la protagonista de la acción. También se ha podido saber que fue un operario del Centro de Mantenimiento y Conservación de la A-6 quien facilitó a la conductora la maniobra del cambio de sentido de marcha, ya en Vega de Valcarce. Ésta circulaba en dirección Galicia, aunque a través de los carriles en sentido Madrid, después de incorporarse indebidamente a la altura de Columbrianos.
Mientras el proceso abierto sigue la vía judicial, la Guardia Civil recordó ayer que la conducta de esta mujer al volante podría conllevar una sanción administrativa de hasta 500 euros y que, desde un punto de vista penal, podría ser castigada con entre seis meses y dos años de prisión; además de ser privada del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un tiempo superior a un año y que podría incluso llegar hasta los seis años.
«La conducción temeraria es el exponente de la conducción más inapropiada y crea un concepto de peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial», subrayaron ayer fuentes de la Guardia Civil.