visitas teatralizadas
Montes resucita el aura monacal de san Genadio
El público respondió agotando todas las entradas en el primer fin de semana de la puesta en escena del grupo Dinamia Teatro.
El Monasterio de Montes de Valdueza, el aura de sus monjes, las luces y las sombras de sus rincones, el olor y los sonidos de la naturaleza fueron puestos este fin de semana en escena con el estreno de las visitas teatralizadas al monumento sacro, que pretende ser relanzado como un atractivo más de la Tebaida Berciana. Y el interés —a juzgar por la respuesta obtenida— ha sido muy amplio dado que todas las entradas programadas se agotaron, tanto en los pases teatralizados del sábado, como los de ayer domingo.
Los visitantes pudieron hacerse con una idea aproximada de cómo vivían los anacoretas de aquellos tiempos en el Monasterio de Montes de Valdueza. Recorrieron todas sus estancias interiores y también fueron partícipes de sus exteriores, cuidados tras el paso de los siglos.
Los actores de la compañía Dinamia Teatro rememoraron con su indumentaria y sus gestos la memoria de una de las cunas de la espiritualidad monacal en tiempos de San Valerio, San Fructuoso y San Genadio. Especialmente los de éste último, allá por el 919, cuando procedió a consagrar el monasterio.
Recorriendo las calles del pueblo, los visitantes también se pudieron hacer una idea del día a día de sus gentes, de sus cuitas de actividad social, religiosa y mundana. Un asentamiento que surgió, creció y se vino a menos con la misma historia del conjunto monacal. De hecho, Montes vuelve a resurgir como lo hace su ancestral monumento. Con dirección de Miguel Fernández, una mujer caracterizada como agricultora, recibía a los asistentes y les introducía con su verbo en un viaje a aquellos tiempos pasados. Un fraile daba la bienvenida a la puerta de la iglesia y en el claustro aparece solemne en escena San Genadio, para seguir por botica, refectorio y la cocina