Los 340 operarios de Endesa en el Bierzo se suman a la huelga del 12

Los sindicatos que representan y velan por los intereses de los trabajadores de Endesa han convocado una huelga de 24 horas que afectará a las plantillas de toda España, incluidos los alrededor de 340 trabajadores que la eléctrica tiene en el Bierzo. Todos están llamados al paro generalizado de un día el 12 de abril, justo cuando se celebra la junta de accionistas de la compañía en Madrid. De hecho, hasta la capital se desplazarán todos para hacer evidente la ruptura entre la parte social y la dirección de la empresa en lo que a la negociación del convenio colectivo se refiere. El anterior venció a finales de 2018 y 17 meses después de iniciar las conversaciones, la mesa de negociación no ha llegado a acuerdo alguno que convenzca a ambas partes y la convocatoria de paro ha llevado a la empresa a suspender las reuniones.

Los sindicatos reclaman una subida salarial de un dos o un tres por ciento y mantener el beneficio social de luz gratis también para los jubilados. Derecho que al expirar la ultraactividad del convenio deja de tener efecto y perjudica a quienes habiendo trabajado en Endesa disponen de un salario en especie de por vida para el pago de la luz que consumen en sus hogares.

«Endesa no está dispuesta a llegar a una cuerdo equitativo con respecto a los beneficios que ha obtenido. Estamos hablando de 1.500 millones de euros y somos los trabajadores los que realmente etamos dando esos beneficios a la empresa y eso se debe reflejar en los sueldos. Nosotros, en el anterior convenio, ya hicimo un esfuerzo importante con una rebaja de casi un 15% y creemos que ahora es el momento de que la empresa, en vez de pretender quitarnos lo que ya tenemos, nos dé una solución tal y como se ha pactado entre sindicatos y patronal», explicó el presidente del comité de Endesa en la central térmica de Compostilla, Juan Sobredo, asegurando que la subida acordada «no es cosa de otro mundo». «Estamos hablando de entre un 2% y un 3%», dijo.

Sobredo recuerda que no es la primera medida de presión de este tipo llevada a cabo por los trabajadores de Endesa en la historia de la compañía, aunque reconoce que las acciones como ésta han sido pocas porque siempre ha prevalecido la capacidad de diálogo ahora perdida, especialmente después de que una sentencia de la Audiencia Nacional desestimase las prestensiones de los sindicatos en cuanto al a convenio colectivo y confirmarse que la decisión adoptada por Endesa de dejar sin efecto los beneficios sociales del personal pasivo, al no disponer de contrato de trabajo ni convenio vigente, es ajustada a derecho.

En todo caso, la compañía sigue abierta a negociar para matener la paz social siempre y cuando el clima sea «constructivo» y «de entendimiento», no bajo una amenaza de huelga. Una posición distante, al menos de momento, de la de los sindicatos. «A medida que esto se vaya enquistando, tendremos que ir haciendo reivindicaciones de mayor calado», aseguro Sobredo, reclamando «soluciones y una negociación justa»