«Luis Suárez se esfumó, literalmente, entre las cenizas»
Matilde Freile (no tiene parentesco con el guionista del documental) recorrió a pie la distancia entre Brañuelas y Torre del Bierzo cuando se enteró del accidente. En aquel tren, el correo 421 que había llegado a la estación del pueblo abarrotado, se había subido su marido Luis Suárez, camino de Monforte. Lo buscó entre los heridos, entre los muertos, en el interior túnel cuando se apagó el incendio. Y nunca dio con él. Lo cuenta su hija Adela Suárez en el documental de TVE, un nuevo trabajo audiovisual sobre la mayor catástrofe de la historia de los ferrocarriles españoles después del cortometraje que en 2003 le valió a su realizador, Ramón Fontecha, el premio Goya.
«Luis Suárez literalmente se esfumó entre las cenizas», cuenta Alberto Freile a este periódico cuando entra en el bar del Hogar del Pensionista de Torre y se encuentra por casualidad con uno de los testigos que salen en el documental, Darío Zapico, que tenía siete años el 3 de enero de 1944. «Jugábamos al frontón, escuchamos el estruendo y como a un niño a correr no le gana nadie fui de los primeros en llegar. Cuando vi los muertos me volví para casa», relata Darío a sus 83 años. Apagado el fuego, el olor a quemado no se fue de Torre del Bierzo durante muchos días, recuerda.