Diario de León

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Una feria del libro de sabor agridulce

Los libreros logran mantener las ventas, con unos 6.000 ejemplares, pero se quejan de que el Mercado Romano les ha restado afluencia.

Los libreros repartieron rosas entre quienes, ayer, compraron un libro. L. DE LA MATA

Los libreros repartieron rosas entre quienes, ayer, compraron un libro. L. DE LA MATA

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m. carro | ponferrada
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La Feria del Libro de Ponferrada ha mantenido el tipo en lo que a número de ventas se refiere, pero ha notado una caída importante en el número de visitantes durante los siete días de celebración. Un hecho que la Asociación de Libreros achaca, directamente, a la celebración del Mercado Romano de la avenida de España. Según la presidenta del colectivo, Marta Quiñones, esta actividad promovida por el propio Ayuntamiento de Ponferrada no ha ayudado en nada. Por eso ayer, al hacer balance, Quiñones aseguró que «no se ha dado a la Feria del Libro la visibilidad que merece».

Las ocho librerías participantes (Cajón Desastre, Solana/Ediciones Hontanar, Quiñones, Signos, Simón, Primera Línea, Shinigami Comics y Zorrilla— vendieron en torno a 6.000 ejemplares, lo que les ha permitido mantener un nivel similar al de la edición de 2018. Y sólo ayer, Día del Libro, repartieron más de 1.200 rosas. Pero consideran que la acogida hubiera sido mayor si el ya citado mercadillo se hubiera realizado en otra fecha o instalado en otro lugar. «Nos ha hecho sombra. Las dos cosas no son compatibles, porque el bolsillo está frío y la cultura siempre la dejamos para el final. Si hay para otros detalles, no hay para libros», explicó Marta Quiñones.

Pese al sabor agridulce que ha dejado la proximidad del Mercado Romano, los libreros están satisfechos con la respuesta de los bercianos, sobre todo ayer. El 23 de abril sigue siendo el día preferido para acercarse a la feria a comprar un libro. «Fue un día determinante», reconoció la presidenta de la Asociación de Libreros de Ponferrada. Y el libro más vendido de la feria fue Los niños de Lemóniz, de Estela Baz. Una novela que recupera la voz de los niños que vivieron el terrorimos de ETA en las décadas de 1970 y 1980. «Ha sido el libro estrella, con más de cien ejemplares vendidos», subrayó Quiñones.

Los cuentos infantiles y las novedades literarias, sea cual sea su temática (novela histórica, ensayo, thriller) son los que, por norma general, mayor tirón tienen entre los lectores que se acercan a la Feria del Libro de Ponferrada, que ayer cerró la puertas de una edición dedicada a Leonardo Da Vinci, con motivo del quinto centenario de su fallecimiento. Unas puerta que mañana mismo reabrirá la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión que se instará hasta el día 5 de mayo.

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